El Informador

De lengua me echo unos tacos

Disfruta de este espacio culinario donde es un arte la preparació­n de tacos de lengua, labio, cabeza, carnaza, sesos y cuerno

- Por @superchofo

Hay veces que las ganas mueven montañas, y esta es de esas veces que vas a un lugar aunque te quede lejos. Tacos Nano bien vale la pena, hasta de volver pronto, ya que descubrir este arte de cocinar la lengua, labio, cabeza, carnaza, sesos y cuerno a la perfección tiene su gratificac­ión. Me dispuse en compañía de Viviana a buscar estos afamados tacos que me recomendar­on varias veces y dimos con el lugar con la ayuda de la aplicación Waze.

Con un puesto de calle y un pequeño local para sentarse en mesa, atienden a una gran fila de comensales que noche a noche se dan de premio una buena cena. Y es que no es para menos, con 54 años de atención ininterrum­pida, fundado por Don Justino y nombrado en honor a su primogénit­o Alejandro a quien llaman Nano, y que ahora atienden el negocio en tercera generación Elizabeth, Diego y Bryan. Aunque Alejandro sigue haciendo todas las preparacio­nes con las recetas originales.

Tienen dos salsas, una roja picosa de tomate y chile de árbol y una de tomatillo que acompaña, pero no hace daño.

De inicio hay que pedir ficha, me tocó la 32, iban en la 22; al cabo de 10 minutos llegó mi turno, que me agarró despreveni­do y la alegría contagió mi ser como… niño que ve llegar a su papá a casa en la noche.

Al son de un grupo norteñito, dos taqueros, tras el puesto, atendían presurosos metiendo y sacando la mano de la vaporera para no quemase, como chapulines en comal. Me dispuse a pedir un centro de mesa que bien podría adornar cualquier comedor en Navidad. Uno de cada uno para castigar la tripa que había rugido desde temprano.

Iniciamos con un taco de lengua ($35), un taco de cabeza ($14), un taco de labio ($20) y uno de carnaza ($14). Me faltó uno de cuerno y sesos que ya se habían terminado. Los sirven en tortilla más bien chica, con una buena copia para que amarre. El de lengua lo presentan en forma de ortoedro (un cubo pero rectangula­r pues) con un sabor a caldo de res concentrad­o, de una suavidad extrema que la verdad casi no aguanté lo rico que estaba, con su salsa picante que tuve que ponerle más para ese segundo bocado.

Así pase al de cabeza, que es y se siente mucho más suave, con más grasita pero de sabor más intenso y de mordida muy sedosa. En dónde ya pude sentir el sabor del cilantro y la tortilla.

Seguí con el de labio, en un orden de manecillas de reloj, que tiene ese punto medio entre la lengua y la cabeza. Por último, maté el de carnaza, con una carne que a todos nos gusta por estar limpia de gorditos.

¡Sé feliz!

 ?? CORTESÍA ??
CORTESÍA
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico