Rentas largas o cortas, ¿cuál es mejor opción?
Obtener ingresos a través del alquiler de un inmueble resulta una alternativa conveniente para muchos propietarios.
Si bien por décadas el esquema tradicional para uso habitacional dominó el mercado, hoy en día el sistema de estancias cortas vive un gran momento dado los beneficios que reporta. Antes de inclinarse por uno u otro modelo, los arrendadores deben conocer a detalle cada una de estas opciones.
El esquema de rentas de larga temporada ha sido durante mucho tiempo la manera más común de alquilar una propiedad. Una de las mayores ventajas que ofrece a los dueños es, sin duda, poder disfrutar un ingreso fijo constante. Al elaborar contratos de manera anual, se tiene mayor certeza de percibir una cantidad determinada a lo largo de 12 meses. Además, cada año, el precio de la renta aumenta de acuerdo con la inflación.
Una vez que se encuentra a un inquilino, se dedica menos tiempo a la administración de la casa o departamento en cuestión, pues no hay que supervisar la entrada y salida periódica de usuarios. De hecho, el propietario puede hacerse cargo de la gestión o, bien, delegarla a una persona dedicada a ello. Si desde un principio se formula adecuadamente un contrato de arrendamiento y se cumple con la normativa, los dueños de las propiedades quedan protegidos ante posibles incidentes, ya que el servicio de alquiler está regulado por las leyes. Dicho acuerdo sirve como defensa para ambas partes (propietario e inquilino), pues quedan establecidos derechos, obligaciones y sanciones en para ambas partes.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Los propietarios que apuestan por este esquema enfrentan unos cuantos retos. Entre los principales está encontrar a un buen inquilino, quien no sólo pague el alquiler de manera puntual, sino también que trate el inmueble con respeto y sea considerado con los demás vecinos.
Lo anterior puede provocar que alquilar la casa o departamento conlleve más tiempo del esperado, sobre todo por la serie de trámites y requisitos que deben cubrir los arrendatarios (principalmente contar con un fiador con un bien inmueble en la zona geográfica donde se busca rentar).
Especialistas de la plataforma inmobiliaria La Haus advierten también sobre tener menos flexibilidad en cuanto a la disponibilidad de la propiedad, ya que una vez que el dueño firma el contrato de arrendamiento, no podrá hacer uso del inmueble durante dicho periodo, o de lo contrario, podría enfrentar situaciones legales.