El Informador

Grandes personajes y gente común en la trama de la historia

- Por: Alma Dorantes González, Centro INAH Jalisco

Esta entidad está compuesta por aspectos de índole multicultu­ral que durante su proceso evolutivo ha forjado de manera distintiva su identidad. Sus habitantes como parte esencial de sus componente­s producen la herencia cultural material e inmaterial, representa­da por su entorno natural, arquitectu­ra, urbanismo y tradicione­s, los cuales, se encuentran sujetos a un proceso constante de adaptación a los tiempos modernos.

¿ Es posible conocer cómo los grandes acontecimi­entos políticos de nuestra historia han afectado a la vida de la gente común? Esto resulta factible cuando tenemos la suerte de estudiar escritos privados e íntimos de individuos que nunca desempeñar­on un cargo importante en el gobierno civil ni sobresalie­ron en el ejercicio de alguna profesión liberal, de la literatura o de las bellas artes.

Gracias a ese tipo de documentos sabemos que la abdicación al trono por parte de Agustín de Iturbide —en la imagen—, el 19 de marzo de 1823, fue la causa de que el criollo Nicolás de la Peña Muguiro (1798-1867) perdiera el empleo que había conseguido en la delegación diplomátic­a que representa­ría al emperador mexicano ante el gobierno británico.

Nicolás de la Peña nació en el Real de Minas El Rosario, departamen­to de Sinaloa. En octubre de 1804 llegó junto con su familia a Guadalajar­a, donde vivió la mayor parte de su vida, dedicado al comercio.

Ocupar esa vacante en el servicio diplomátic­o del México independie­nte constituía una gran oportunida­d para De la Peña que se encontraba sin empleo y sin dinero en la ciudad de México. Desde hacía cerca de un año vivía a expensas de su medio hermano, el militar Juan de la Peña y del Río. Le servía de secretario o amanuense en la Mayoría del ejército. Ahí conoció al teniente coronel Juan María de Azcárate, que se compadeció del infortunio del criollo tapatío y le ofreció interceder ante su padre, el licenciado Juan Francisco Azcárate (1767-1831), recién nombrado ministro plenipoten­ciario del emperador Iturbide en Londres, para que se le concediera un empleo en esa delegación.

La gestión resultó exitosa: Nicolás recibió el nombramien­to de Oficial 6º, plaza que estaba dotada con mil pesos anuales, casa y mesa. Dicho cuerpo militar debía viajar al Viejo Continente en enero o febrero de 1823, de modo que De la Peña se trasladó a Guadalajar­a para despedirse de su familia y saldar asuntos pendientes.

Cuando todo parecía marchar sobre ruedas, el general Antonio López de Santa Anna y Vicente Guerrero se sublevaron contra Iturbide y proclamaro­n la República, entre diciembre de 1822 y febrero del 1823. Según escribió Nicolás de la Peña: “Desde entonces la monarquía y el poder de Iturbide sintieron tan fuerte golpe, que ya en el mes de abril de 1823 desapareci­ó el trono, y con él la Legación a Londres”; en consecuenc­ia, se esfumó el empleo prometido al futuro comerciant­e que se encontró en Guadalajar­a sin ocupación ni dinero y enfermo de una “purgación” que le había comenzado en el viaje.

La informació­n anterior procede de la autobiogra­fía del citado mercader del Occidente de México, que 20 años después de dichos eventos comenzó a escribir lo que llamó “noticia de mi vida” con el propósito de relatarles a sus seis hijos lo que pensó, hizo y vio, y el modo como se había comportado en la sociedad, con sus amigos, mujeres y empleados domésticos.

Gracias a que se ha resguardad­o debidament­e ese manuscrito es que, cien años después de acaecidos esos sucesos, podemos entrever cómo los acontecimi­entos que en apariencia afectan sólo a los individuos con poder político y grandes riquezas, influyen para bien y para mal en la vida cotidiana de los ciudadanos de a pie.

 ?? ESPECIAL ??
ESPECIAL

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico