La reina de todas las soluciones
La fibra, sin duda, es el componente que ayuda a que el intestino trabaje mejor y así evitar problemas como el estreñimiento. Un estudio publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) menciona que la fibra contribuye a la prevención de hemorroides, obesidad, diabetes y disminución de colesterol en la sangre.
A pesar de que tiene muchos beneficios para la salud no se suele consumir la cantidad recomendada diariamente que es 25 gramos al día. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en México los adultos sólo consumen entre 16 y 18 gramos de fibra al día.
Por su parte, la FAO menciona que la fibra se clasifica en dos. La primera es la fibra soluble la cual se puede disolver en agua y que produce saciedad. Consumir este tipo de fibra ayuda a reducir el colesterol de la sangre. Esta se encuentra en la avena, manzanas, leguminosas y peras.
La segunda es la fibra insoluble la cual ayuda a acelerar el movimiento intestinal y combate el estreñimiento. Este tipo de fibra se encuentra en alimentos como salvado de maíz, salvado de trigo y trigo integral, frijol, soya y en menor cantidad en algunas frutas o verduras.
Si quieres aumentar la ingesta de fibra no debes exceder la cantidad recomendada, ya que de acuerdo con un estudio publicado por la revista “Nutrición Hospitalaria”, comer más fibra de la recomendada puede causar distención abdominal, gases y dolor abdominal.
Dicho estudio recomienda que la mejor manera de dividir el consumo de fibra diario es comer tres raciones de verdura, dos de fruta y seis raciones de cereales que puede ser en pan, cereales, arroz o pasta y preferiblemente que sean integrales.