Chivas vs. América: la trilogía
Se viene el primer Clásico de la trilogía América contra Guadalajara. Desde que se dio a conocer el sembrado de los enfrentamientos, con la ruta que habrán de seguir los equipos que aspiran a ganar la Concachampions, se anticipaba que por los rivales que enfrentarían Chivas y Águilas sería prácticamente irremediable que los dos equipos de mayor convocatoria de México se vieran las caras en Octavos de Final. Y así sucedió, ya que ni el Forge ni el Real Estelí los pudieron detener.
Llama la atención que esta serie se haya presentado de manera relativamente prematura por parte de la Concacaf. No faltará algún “perverso” que esté pensando que se pretendió amarrar un Clásico, que en lo económico siempre es garantía de éxito.
A diferencia de un eventual Clásico Regio que en caso de darse sería hasta Semifinales y estando el Monterrey en la ruta del Inter Miami, no hay muchas garantías de que el duelo de los equipos de la Sultana del Norte se lleve a cabo.
Siguiendo con las suspicacias en el Clásico Nacional, se podría considerar que se aplicó aquello de que “más seguro, más marrao”, y antes de que uno de los animadores importantes del certamen quede eliminado, mejor que el negocio quede finiquitado. Cada quien tendrá su opinión al respecto. Pero como dijo aquel, “haiga sido como haiga sido” y desechando especulaciones que a la postre son inútiles, Guadalajara y América se eliminarán en una serie a visita
recíproca, jugando la Ida en el Estadio AKRON y la Vuelta en el Estadio Azteca, siendo el gol de visitante factor como criterio de desempate.
¿Por qué la Vuelta en el Azteca? Porque así lo dispuso Concacaf, haciendo lo propio con las otras series.
Como decíamos, desde que se supo que podría haber Clásico Nacional las expectativas comenzaron, planteándose múltiples escenarios de cómo llegarían los contendientes.
A las Chivas les pasó por encima una “Máquina Azul” en el primer tiempo, lapso en el que el Cruz Azul sentenció la paliza de 3-0. En el segundo tiempo, aunque el Rebaño equilibró las acciones, no pudo evitar la humillación. En contraste con el partido anterior ante los Pumas en el que todo le salió bien, el sábado frente a los Cementeros fue una noche de pesadilla.
Mientras tanto, justamente en Guadalajara, América se dio un festín con un Atlas que quedó inerme con la expulsión de Santamaría. El campeón fue triturando a los rojinegros hasta sellar la goleada de 5-1.
Pero eso ya es pasado, a partir del miércoles tanto Chivas como América tienen la gran oportunidad de dar un golpe de autoridad, darle una gran satisfacción a su parcialidad y propinarle un fracaso importante a su antagonista deportivo, ya que para ambas instituciones el torneo internacional tiene mucha importancia.
Sin hacer drama, porque de una mala tarde nadie está exento, el Guadalajara debe después del “revolcón” simplemente ponerse de pie, sacudirse la ropa y darle. No hay más, concentrarse en la serie olvidándose el Cruz Azul, de los Pumas y estar en lo suyo, alejándose del entorno estridente. Entendiendo que es una serie a 180 minutos y por eso Fernando Gago debe ser inteligente en el planteamiento y los jugadores en la cancha.
El América, está por demás decirlo, sabe como pocos de qué se trata esto y cómo se deben jugar este tipo de partidos. Por algo es el campeón.
A partir del miércoles tanto Chivas como América tienen la gran oportunidad de dar un golpe de autoridad, darle una gran satisfacción a su parcialidad