Decidí no ser candidato para conseguir presupuesto constitucional: Villanueva
Ricardo Villanueva Lomelí, rector General, indica que la institución será un modelo a seguir en el país Señala que las mejoras se verán en las aulas, instalaciones y oferta académica de vanguardia
El rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva, afirmó que prefirió continuar con las riendas de la casa de estudios y conseguir el presupuesto constitucional, que a partir de 2025 dará el 5% del Presupuesto de Egresos estatal para aumentar la matrícula y desarrollar más infraestructura, que ser candidato en el actual proceso electoral.
En entrevista con este medio de comunicación, aseguró que el gobernador de Jalisco no puso sobre la mesa la condición de que dejara sus aspiraciones políticas por los recursos extra.
“El hecho de haber sido candidato sí impedía el presupuesto constitucional. Pero no es porque me lo pidieran; es un asunto casi de lógica. ¿Cómo puedo ir al Congreso del Estado y tomarme una foto con los diputados coordinadores de Morena, del Verde, del PAN, del PRI, de Movimiento Ciudadano, si hubiese sido aspirante al Gobierno del Estado o al Gobierno de Guadalajara? De haber sido así, a lo mejor ya no sería rector y estaría en campaña, ¿pero el rector interino habría podido lograr los consensos en el Congreso si yo fuera candidato? No. Y es natural: si el rector sale a ponerse la camiseta de un partido, pues claro que la Universidad pierde capacidad de negociación con las fuerzas políticas”.
Villanueva agregó que decidió quedarse al frente de la UdeG para sacar la reforma de las pensiones y cristalizar diversos avances en la institución.
“Espérenme al 2027 porque estoy joven, y aunque ésta fuera mi última responsabilidad pública, trataré de seguir aportando”, remató el rector.
El rector General de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva Lomelí, en entrevista para EL INFORMADOR, considera que será una nueva era para la UdeG, que no renunciará a la crítica y a hacer política, pero ahora con la garantía de que no tendrán que enfrentar año con año la batalla por el presupuesto anual.
Comparte que está por anunciar grandes proyectos para la comunidad universitaria y la sociedad de Jalisco y subraya que la UdeG es democrática a pesar de las críticas –que nunca serán acalladas– de académicos y trabajadores que acusan lo contrario.
Villanueva pide que lo esperen como candidato en 2027 y reconoce que le agrada la postura de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum, pero lo limita a una opinión personal, porque “la Universidad no está comprometida con nadie”.
—¿Qué significa la aprobación del Presupuesto constitucional para la UdeG?
—Es una de las cosas más trascendentales que han sucedido en la historia de Jalisco, porque esto se convierte en una política de Estado, no una política de Gobierno. La diferencia es que muchas cosas que forman parte de un Gobierno se piensan a seis años. Esto va a trastocar la educación media superior y superior para toda la vida. Es sumamente trascendental porque ahora sí, Jalisco hace su gran apuesta para que la educación sea un eje clave para todo. La educación se vuelve el centro de inversión para muchos temas.
—¿Qué pasa con el presupuesto federal que recibe la Universidad, también se va a modificar; cambia la exigencia justificada y legítima para que el Gobierno federal también aporte más recursos?
—Hasta hoy tenemos una relación de aportaciones del 52% de origen federal y 48% estatal. La media nacional en el país es 70-30. Si vemos las universidades en México, el 70% (del presupuesto) lo pone la federación y el 30% los estados. Hay estados que aportan sólo el 10% a su universidad y hay Estados que aportan el 20% y los hay que aportan el 48% como Jalisco. Lo que hace una media del 30 por ciento.
Digamos que los Estados tienen menos compromiso con sus universidades que la propia Federación. Entonces, lo normal en el país es que la Federación aporte más. La Federación desde hace mucho (y también el Gobierno actual), ha dicho a través de la Secretaría de Educación Pública que lo correcto es que el presupuesto debe ser 50-50; que los Estados pongan su parte y su compromiso con las universidades a mitad y mitad; aunque hay universidades en este país que se pagan al 100% con presupuesto federal, como el Politécnico Nacional y la UNAM, pero hasta ahora la postura es que lo ideal sea 50-50. En la UdeG estamos 48-52; Jalisco está muy por encima de la media en la aportación a su universidad.
—Si al aprobarse un Presupuesto constitucional creciente, ¿entonces automáticamente incrementa el federal?
—Así debería ser. Pero lo que nunca se ha determinado es quién establece el monto. Conocemos la proporción, pero no el monto o quién lo establece primero; ¿quién manda en el monto total?
Es por eso que Jalisco está innovando. Somos el primer Estado que dice “voy a decidir de qué tamaño quiero mi universidad”. Y la Federación está obligada a ser recíproca, porque en materia educativa, Jalisco ha hecho un esfuerzo financiero que merece que la Federación le compense.
—¿Cuánto aumentarán los recursos en la Universidad y en qué se aplicarán? —En número gruesos, digamos que hoy la universidad tiene 15 mil millones de pesos; si el presupuesto fuera del monto que Jalisco tiene en este momento, estaríamos hablando de un presupuesto de 16 mil 100 millones, es decir, serían mil 100 millones adicionales los que aportaría el Estado y tendríamos que ir a la Federación por ello. Estamos hablando entonces de cerca de dos mil millones de pesos para llegar al 5% constitucional. Ahora estamos en 4.3% del total. En 2025 tendríamos entonces dos mil millones de pesos adicionales.
— ¿En qué se ocuparán los recursos?
—Sí vamos a crecer la matrícula, pero hay que crecer con calidad. La universidad no es una guardería; es decir, no se trata de construir un salón, un baño y poner un profesor para que los jóvenes de 18 a 23 años se entretengan durante cinco años. Eso no es la universidad. En este momento ya tenemos apuestas que deben consolidarse: el Centro Universitario (CU) de Tlajomulco, que crece con ofertas educativas complejas y caras, porque por ejemplo arrancó con Medicina, y ese es un reto fuerte. Hemos abierto Medicina en Ameca, en Ocotlán y en Tlajomulco; en mi administración abrimos tres centros universitarios con esta carrera, que es lo que más piden los municipios y esa carrera o Nanotecnología, es mucho más cara que Derecho, por ejemplo.
Entonces, CU Tlajomulco, CU Guadalajara, CU Chapala y CU Tlaquepaque son prioridades que nos llevarían a rebasar el 50% de admisión. Si en los siguientes seis años consolidamos la matrícula de estos campus, con este dinero extra ya podríamos pensar en el personal que se requiere, estaríamos hablando de más de 40 mil espacios de educación superior. Y eso puede suceder en el próximo sexenio. Entonces la prioridad es crecer matrícula, sí, pero también con programas pertinentes. El verdadero reto es crecer con matrículas más innovadoras.