Ven beneficios de Colmenas en Guadalajara y Zapopan
Destacan activa asistencia de vecinos de las colonias aledañas a cada edificio educativo-cultural Asistentes ven atención para niños tras mostrar alternativa a pandillerismo y criminalidad
Habitantes de los municipios de Guadalajara y Zapopan ven beneficios con la implementación de los centros comunitarios conocidos como Colmenas. En total, son más de 200 mil personas de colonias aledañas a las ocho Colmenas comunitarias que se han construido y puesto en marcha a partir del año 2017 en los dos municipios.
Karen González, directora de los centros Colmena, destacó la participación de los habitantes de las colonias vecinas a los centros comunitarios para abonar a la apertura de los nuevos espacios, los cuales fueron adaptados en zonas rehabilitadas para su implementación y que reciben a cientos de personas diariamente para distintas actividades.
“El objetivo es construir un lugar digno donde las personas tengan mejores espacios y posibilidades de conectar con otros, así como con proyectos de la sociedad civil y con universidades”, comentó la funcionaria.
Una de las beneficiadas por las Colmenas es Lidia Ramírez, madre de dos niñas y un niño, quienes toman clases de ballet y futbol en la Colmena de Miramar, espacio del cual son vecinos.
“Tengo a mis dos hijas en el ballet y tengo un niño de 14 años por la tarde. Me gusta que estén haciendo actividad en la tarde después de la escuela para que no estén viendo tanta tele o sin actividad”, indicó Lidia.
Para ella, el centro comunitario beneficia para que los menores no se involucren
en el pandillerismo o la drogadicción; debido a su trabajo, sólo puede llevarlos a clases los lunes, contó mientras tomaban una clase de ballet.
Su hija Ana Katia, de 11 años, dijo que ha aprendido varios pasos de baile; por ejemplo, el ballet de los cisnes, así como
poder levantarse sobre las puntas de sus pies.
“Ya casi me puedo abrir de pies. Ahorita nos están enseñando a hacer el baile de los cisnes (...) es levantarte de puntitas y poner el pie en una pierna”, explicó la niña.
Para los vecinos de la Colonia Miramar los centros comunitarios son un apoyo para que los menores tengan otras alternativas de vida