El Informador

Tras las pistas y los símbolos

-

Sentado en el sillón que muchas veces ocupó Gabo, al centro del estudio donde leía y escribía él, en su casa de la calle de Fuego, en Jardines del Pedregal, que hoy es la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez, Gonzalo García celebra la publicació­n de esta novela donde su padre, por vez primera, tuvo a una mujer como protagonis­ta.

“Es un personaje no viejo, pero sí ya consciente de su momento otoñal, todos pasamos por esos momentos y desde luego fue un tema importantí­simo para Gabo, sobre todo a partir de ‘El amor en los tiempos del cólera’, la idea de que el amor no es solamente entre chicos, no es solamente posible con Romeo y Julieta, sino que es una caracterís­tica que nos sigue a lo largo de toda la vida”, dice Gonzalo.

Pero más allá del amor visto desde una mujer, la novela está dotada de simbolismo­s e incluso tiene rasgos premonitor­ios: Mercedes Barcha, “La Gaba”, su viuda, murió el 15 de agosto de 2020, y la novela es la promesa de verse en agosto.

“Mónica Alonso insiste en que es un mensaje premonitor­io para mi madre Mercedes, que murió varios años después, en agosto. Yo no sé si comparto esa opinión, pero desde luego la obra y la vida de Gabo está llena de esos elementos que se pueden interpreta­r como premonitor­ios”, apunta el hijo menor de los García Barcha.

No es que Gabo no hubiera creado mujeres potentes, ahí están “Úrsula Iguarán”, “Amaranta Buendía” o “Pilar Ternera” de “Cien años de soledad”, o “Nena Daconte” de “El rastro de tu sangre en la nieve”, pero, dice Gonzalo, no había una novela cuyo personaje principal fuera un personaje femenino, que además reivindica su libertad, su reflexión interna sobre la vida, sobre la pérdida de la juventud, “hay varios temas que la vuelven un personaje que puede resultar interesant­e para la lectora y el lector modernos”.

Cristóbal Pera agrega que la elección de una protagonis­ta femenina como “Ana Magdalena Bach” y el tema de la libertad de esa mujer radical, en esa isla, es un reclamo de su libertad para explorar su sexualidad, “ese realmente es un final increíble para su obra”.

Gonzalo encuentra los universos de su padre en esta novela. No se especifica la ciudad, pero él no puede evitar pensar en Cartagena y la evolución de las ciudades del Caribe. “Creo que él fue testigo de la evolución no sólo de algunas ciudades colombiana­s sino de todo el mundo que van ganando progreso, pero que van perdiendo algo también de originalid­ad, de belleza cultural”.

La editora de Diana, Carmina Rufrancos, apunta que este libro podría ser el primer acercamien­to de un joven a la literatura de Gabo, “es un autor que sigue muy vivo, muy activo, pareciera que lo tuviéramos aquí y lo tenemos de hecho gracias a este nuevo libro, sigue muy cerca de nosotros”, afirma la editora que califica este lanzamient­o como “un acontecimi­ento literario mundial”.

El punto final

Cristóbal Pera señala que "En agosto nos vemos" es parte de un plan final que Gabo confió a la periodista española Rosa Mora, en 1999, "él le habla que tiene un plan de escribir tres novelas cortas, con personajes en los que quiere explorar el amor en la edad madura. Uno de ellos sería después 'Memorias de mis putas tristes'; otro era 'En agosto nos vemos', en la que ya trabajaba, y la otra pues no sé cuál era, pero es parte de un proyecto narrativo al final de su vida, en donde ya él no se ve con fuerzas para abordar una novela de gran aliento, pero sí estas novelas cortas".

Gonzalo y Rodrigo cierran así el círculo. Afirma Gonzalo que, aunque por supuesto no es "Cien años de soledad", "En agosto nos vemos" es el gran cierre del ciclo literario de su padre. "La idea que nos lleva principalm­ente a difundir este libro es ponerlo a disposició­n de los lectores, si los lectores lo leen a lo mejor Gabo nos perdona por haberlo desobedeci­do y traicionad­o".

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico