Proponen más agentes viales y frenar extorsiones
Aspirantes a Casa Jalisco también apuestan por el reforzamiento de la corporación y por aplicar planes para sancionar irregularidades
Los aspirantes a Casa Jalisco presentaron propuestas para frenar los actos de corrupción que cometen los agentes viales y los operadores de grúas, quienes aprovechan que alguien se estacionó en línea amarilla para amenazar al infractor con que se llevarán su automóvil al corralón si no paga hasta cinco mil pesos en ese momento.
Pablo Lemus, candidato de Movimiento Ciudadano (MC), dijo que si gana la elección del 2 de junio próximo contratará a elementos para renovar la corporación.
Su objetivo es integrar a 500 durante el primer año de su gestión y una cantidad similar en el segundo. Sobre los operativos para extorsionar a automovilistas mal estacionados, prometió que “habrá una férrea regulación de grúas. Los operativos se detendrán”.
Por su parte, Claudia Delgadillo, abanderada de la coalición “Sigamos Haciendo Historia en Jalisco”, lamentó que se cometan dichos actos “fomentados por gobiernos corruptos”.
Agregó que si es elegida por los jaliscienses reforzará la capacitación en la Policía Vial y valorará si debe seguir al mando de la Secretaría de Seguridad.
Por último, Laura Haro, de la alianza “Fuerza y Corazón por Jalisco”, conformada por el PRI, PAN y PRD, señaló que estas irregularidades evidencian que se debe evaluar el papel de las policías en el Estado.
“No todos son malos ni corruptos, hay funcionarios buenos. Si hay corrupción es porque hay impunidad. Debemos hacer un análisis claro de las policías de nuestro Estado. Jalisco, contando la Policía Vial, municipales y estatal tiene aproximadamente 13 mil elementos. No es nada para el tamaño de una Entidad de 125 municipios”, manifestó.
Para Oliver Meza Canales, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), se deben establecer candados desde la legislación en la materia para evitar que los policías viales participen en “operativos” de este tipo para sacar un beneficio propio a costa de los bolsillos de las personas.
Este medio documentó que la red de tránsitos y choferes de grúas pasó de Providencia a otros puntos de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) como las inmediaciones del Parque Metropolitano, del Centro Médico de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de la Gran Plaza, de Plaza Galerías, del Mercado Felipe Ángeles y del de Abastos, así como en la Colonia La Estancia, la Avenida Magisterio y los alrededores del Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”.
Desde junio de 2022 este medio de comunicación dio a conocer el modo de operar por parte de los Policías Viales. Entonces, los agentes implementaban operativos “barredora”, donde con ayuda de las grúas paseaban los vehículos por la zona de la cual los levantaban hasta que se presentaba el propietario, con quien negociaban en el lugar y tras pagar bajaban su vehículo “a la vuelta de donde fueron levantados”.
Sin embargo, en la actualidad, los agentes viales han complicado la situación para los conductores a quienes “extorsionan” para devolverles sus vehículos, de acuerdo con diversos reportes recibidos a este medio de comunicación, principalmente de quienes se rehúsan a darles el dinero en el sitio.
Daniel Gámez es uno de los internautas quien compartió que, luego de que los Policías Viales extorsionan a sus víctimas, las hacen ir a los distintos corralones para en este punto liberarles los vehículos.
Denunció que no es que los autos entren a estos espacios, como se supone debería ser según lo establece la Ley de Movilidad, Seguridad Vial y Tránsito del Estado de Jalisco en su Artículo 385, sino que deben ir a pagarles la “mordida” en ciertos horarios, o de lo contrario sí los ingresarán.
“Se llevan los carros sin levantar ningún folio ni dar algún papel, y le dicen a la gente que puede ir a buscarlos afuera del corralón hasta antes de cierta hora o los van a ingresar. Ya estando ahí piden la “mordida” para entregarles sus coches”, contó.
Esto se corrobora con la historia de “Alejandro”, quien contó que el coche de su papá fue levantado sin razón alguna de la zona del Centro Médico Nacional de Occidente, a donde su papá acudió a una cita médica.
Contó que, al negarse a dar dinero a los Policías Viales, lo enviaron al corralón para “salvar” su coche antes de que ingresara. “Al llegar al corralón estaba la grúa formada con una fila de más de dos cuadras llenas de grúas, y al acercarnos al chófer que tenía el coche de mi papá le dijimos que lo bajaran y que no lo metieran al corralón, respondió que para eso la cuota era de mil pesos, porque 500 eran para ellos y 500 había que repartirlos con el oficial de tránsito”, explicó el joven.
Contó que le preguntó al chofer de la grúa que para qué empresa trabajaban, pues aseguró, la grúa no tenía rótulos, pero no quiso darle ningún dato: “Nos percatamos que no contaban con placas para circular y empezamos a grabarlos, pero se empezaron a poner agresivos y nos dijeron que ya no iban a bajar el coche, aunque pagáramos los mil pesos, que lo iban a meter al corralón y que iban a dar instrucciones para que no lo entregaran pronto”.