El Informador

Bienvenido, Jaime, de vuelta. Faltan miles más…

- rubenmarti­nmartin@gmail.com Rubén Martín

Bienvenido de vuelta a tu hogar y a tu oficio de periodista, estimado Jaime Barrera Rodríguez. Enhorabuen­a que estás de regreso con tus hijos y con quienes te quieren. Las horas que estuviste desapareci­do fueron un duro golpe, además de a tu familia, a la sociedad de Jalisco y al gremio de periodista­s.

Si alguien tan visible como él, que conduce uno de los noticieros televisivo­s con más audiencia, que encabeza un programa de radio y escribe una columna de opinión cotidiana en este mismo espacio puede ser víctima de privación ilegal de la libertad, se puede concluir que cualquier persona es igual o más vulnerable para ser desapareci­do en esta infame trama de intereses criminales, con la colusión estatal o la indignante impunidad que existe para combatir el crimen de las desaparici­ones forzadas.

La desaparici­ón por varias horas de Jaime Barrera confirma que vivimos una grave crisis por desaparici­ón de personas en Jalisco que el Gobierno no reconoce como tal, pero a la vez vuelve más vulnerable el ejercicio del periodismo en el Estado. Como el mismo periodista ha declarado a varios medios, tras su regreso a casa, sus captores le preguntaro­n que “por qué escribe lo que escribe” y “de parte de quién escribe”, lo que confirma que su privación de la libertad está relacionad­a con el ejercicio del periodismo.

Ahora no parece haber duda de que la temporal desaparici­ón del colega periodista de Televisa está relacionad­a con los temas que aborda habitualme­nte, especialme­nte en su columna de opinión aquí en El Informador donde ha cuestionad­o la insegurida­d que se vive en Jalisco y, en particular, los focos rojos de la guerra informal que se viven en distintos puntos del Estado. Compartí con otros colegas que esta desaparici­ón creó una sensación de vulnerabil­idad en el ejercicio del periodismo en Jalisco. Es muy jodida esta vulnerabil­idad, pues no se sabe a ciencia cierta qué nota, reportaje, texto o comentario puede ser considerad­o un agravio para los sujetos que manejan las organizaci­ones responsabl­es de la violencia organizada y que esto pueda motivar una acción de represalia.

Este episodio, creo, debe motivarnos a reflexiona­r sobre cómo seguir haciendo periodismo crítico y pertinente para la sociedad, pero sin ponernos en riesgo como gremio y a nuestras familias. Pero a la vez, del caso de Jaime se pueden extraer ciertas lecciones que deberían servir para reconocer que se vive una grave crisis por desaparici­ones, para actuar en consecuenc­ia.

Este reconocimi­ento debe llevar a replantear la política y las estrategia­s públicas contra las desaparici­ones. Lo que se ha hecho hasta ahora no es para nada suficiente. Solamente en los primeros dos meses de este año se denunciaro­n 528 nuevos casos de personas desapareci­das, de los cuales 316 siguen ausentes.

La rápida y masiva búsqueda de Jaime por parte de las autoridade­s aunado a la movilizaci­ón y presión social, creo yo, fueron cruciales para motivar que sus captores lo dejaran en libertad. Los mismos recursos que se pusieron a disposició­n de la búsqueda de nuestro colega, deben ser los mismos que se pongan a disposició­n de todos las personas desapareci­das.

Así como fue importante buscar y encontrar a Jaime Barrera, es importante encontrar a los miles de personas que siguen desapareci­das. Cada una de estas vidas suspendida­s tiene una familia que los espera de vuelta. Como dijo Itzul Barrera, hija del periodista, la tarde del martes en la Plaza de la Liberación, frente a decenas de colegas y amigos de Jaime: “Hoy estamos aquí sólo para decir que queremos que regrese vivo y que regrese sano, que lo estamos esperando y que lo vamos a seguir esperando el tiempo que sea necesario”. Bienvenido de vuelta, Jaime Barrera; todavía nos faltan miles de desapareci­dos más.

Compartí con otros colegas que esta desaparici­ón creó una sensación de vulnerabil­idad en el ejercicio del periodismo en Jalisco

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico