Acaricia la piel con “Caragrande” El músico y artista plástico, José Fors, llega con su primera colección al MUSA
El artista plástico y músico, José Fors, celebra 45 años de trayectoria con su primera colección llamada “Caragrande”, 14 pinturas de gran formato que se exhibe en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA). La exhibición estará abierta al público desde hoy, viernes 15 de marzo, hasta el próximo 12 de mayo del presente año.
Recuerda el artista, nacido en La Habana Cuba, que este proyecto comenzó hace siete años con dos piezas; pasado el tiempo, tomó la decisión de desarrollar su primera colección: “Cuando iba a medio camino, mi esposa Vera me dijo que esto lo tenía que ver la gente porque era otro rollo. Yo estaba bastante alejado de las galerías y museos en los últimos años, trabajando en mi taller y exponiendo en él, pero bueno, a Vera se le mete una idea en la cabeza y no hay quién la saque de ahí. Entonces, agradezco a mi mujer por querer festejar mis 45 años en el arte”.
Señala que este proyecto es muy importante para él, porque con anterioridad ya había intentado hacer una colección, pero “me distraía a medio camino, me aburría de hacer lo mismo y por angas o mangas nunca había hecho una colección”.
En estos cuadros de gran formato, la piel, sus rasgos, sus expresiones y características son las protagonistas a través de personajes que Fors quiere, admira y respeta, como su esposa, su hijo y amigos como Carlos Avilez, bajista de Cuca.
“La mayoría son amigos, conocidos y gente que su cara me dijo algo y que sabía que eso iba a funcionar para esta colección. El último cuadro que hice fue el de mi hijo, y es la única persona joven que pinté. Y dije… ‘no, pues va a estar lisito’, y no, hasta en mi hijo hay una pequeña historia de 11 años que ahí está escrita”.
Resalta que la premisa de esta colección surge a partir de concentrarse en la piel, cuadro por cuadro a través de cada obra en particular, “y después resolver el problema de cómo se iban a mover estos cuadros, tanto tridimensional como bidimensionalmente. El meterte en el universo de un cuadrito y sólo ver la textura de la piel, es todo un viaje, ves paisajes y la historia del personaje (por ejemplo) en un cachete (risas). También, en estas épocas somos muy enemigos de las imperfecciones de la piel, que a mí desde niños siempre me han fascinado las arrugas, desde siempre veo mucho ahí, creo que nos dan mucho carácter y mucha historia, que cuando las dejamos ser, se nota mucho más, una paz interna de estas personas que no se hacen nada en el rostro y que toman con orgullo los años que han vivido y la historia que está escrita en su caras”.