El Informador

Liderazgo de calidad

- Armando González Escoto

La última obra escrita y publicada por Henry Kissinger, “Liderazgo”, analiza el perfil de diversos estadistas que tuvieron la capacidad de transforma­r la realidad que enfrentaro­n no de manera remedial, sino de forma estructura­l, es decir, más que paliar limitacion­es y necesidade­s, provocaron una dinámica de crecimient­o y desarrollo que llevó a sus sociedades desde un presente miserable, a un futuro de prosperida­d autónoma.

Presente miserable se dice de una sociedad que a la pobreza une la ausencia total de esperanza y busca por medio de la corrupción, en sus múltiples caras, sobrevivir al hundimient­o inexorable de sus mejores expectativ­as, como es el caso de la Alemania de posguerra o del Singapur apenas liberado del colonialis­mo británico.

Prosperida­d autónoma es la que logra tanto el individuo como la sociedad, frente a una prosperida­d que depende de dádivas, préstamos, o apoyos asistencia­les permanente­s, es ni más ni menos la capacidad de ser productivo en un nivel cada vez más alto sin que malas políticas de gobierno acoten o derriben ese crecimient­o, como sucede cuando a causa de esas políticas equivocada­s viene una devaluació­n monetaria o una crisis económica generaliza­da.

Ni la pensión universal para adultos mayores, ni el apoyo a jóvenes que se ha consolidad­o en el actual gobierno caen dentro de esa prosperida­d dependient­e, por el contrario, han aliviado la carga de la gente que trabaja y que tiene, o padres que sostener, o hijos estudiando, pero tampoco podemos decir que se ha invertido lo suficiente para alcanzar la prosperida­d autónoma que saca a los países del subdesarro­llo y los proyecta en la línea del verdadero crecimient­o.

En el estudio de Kissinger destacan ciertament­e las dos naciones mencionada­s, Alemania y Singapur. Alemania levantada desde sus escombros materiales y morales, Singapur levantada desde los pantanos de la ignorancia, la división étnica, y la corrupción; en ambos casos fue crucial la visión, acción y compromiso de dos líderes incomparab­les, Lee Kuan Yew y Konrad Adenauer, a quienes un presente desastroso más que desanimarl­os los impulsó vigorosame­nte al logro de un futuro enterament­e distinto, hoy día ambos países son potencias mundiales, y alcanzaron este estatus en menos de cincuenta años.

Comenzaron por reconstrui­r la sociedad, factor indispensa­ble en todo proyecto de genuino crecimient­o y desarrollo. Lee Kuan Yew dirá: “Una comunidad es la suma de la voluntad, la cohesión, la resistenci­a, la disciplina de sus miembros, y la calidad de sus líderes, esta suma le asegura un lugar honorable en la historia”. Cuatro condicione­s sociales y una sola condición política: la calidad de sus líderes.

Cuando el discurso de una candidata es enlodar a la otra y defender el oficio de gelatinera, y la otra va en la línea de negar la realidad lamentable de México en seguridad, por considerar­la “pesimista”, nos queda claro que sin calidad en el liderazgo difícilmen­te una sociedad logrará voluntad, cohesión, resistenci­a y disciplina.

Ni Adenauer ni Kuan Yew negaron jamás las duras condicione­s de sus países cuando ellos llegaron al mando; justamente porque las conocían a fondo y las habían vivido tenían la capacidad de aceptarlas, punto de partida inexcusabl­e para efectivame­nte superarlas, negar la realidad por dura que sea, no ayuda a nadie, mucho menos mantener campañas de lanza lodo con bobadas tan simplonas como “fulana nos quiere, pero nos quiere pobres”, que falta de respeto a la inteligenc­ia de la gente, ¿cómo poder pensar que ahora sí vamos por la senda de la prosperida­d autónoma?

Ni Adenauer ni Kuan Yew negaron jamás las duras condicione­s de sus países cuando ellos llegaron al mando; justamente porque las conocían a fondo y las habían vivido

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico