Fundej, premiada en España por buscar a desaparecidos
Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fudej) fue el primer colectivo de buscadores que nació en el Estado, gracias al impulso de la señora Guadalupe Aguilar Jáuregui, una madre que busca a su hijo José Luis Arana Aguilar, desaparecido en pleno Centro de Tonalá el 17 de enero de 2011. Tras muchas batallas en solitario, tras increpar a presidentes y gobernadores, Guadalupe Aguilar, junto a otras siete madres buscadoras, decidieron dar nacimiento a Fundej en mayo de 2013.
Semanas antes, estas siete madres y hermanas buscadoras se reunían en el salón Ignacio de Loyola, facilitado por el entonces director del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad), César Pérez Verónica, cuando sus oficinas se encontraban en la calle Madero 836, a media cuadra del Templo Expiatorio. De las siete madres y hermanas buscadoras iniciales, Fundej comenzó a crecer y de su seno surgieron posteriormente otros colectivos. Pero Fundej fue la primera organización de familiares que buscaban a sus desaparecidos en Jalisco y que ofrecían acompañamiento y apoyos a otras familias buscadoras.
Es justo por esta importante trayectoria de casi 11 años de estar buscando a sus desaparecidos que Fundej recibió el IX Premio de Derechos Humanos Rey de España, en las instalaciones de la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid, España, el miércoles 13 de marzo.
El premio fue entregado por el Rey de España, Felipe VI, quien destacó el trabajo de Fundej: “A través de su red de apoyo ofrecen orientación, asesoramiento, consuelo, cariño, más allá de la búsqueda de los desaparecidos, que es lo principal (…) En este acto no sólo reconocemos los logros de Fundej, sino que también ratificamos nuestra admiración y agradecimiento a todos los colectivos que realizan estas labores de búsqueda en México, así como también en otros países que sufren o han sufrido la lacra de las desapariciones forzadas”.
A nombre de las 340 familias que ahora integran Fundej, Guadalupe Aguilar, expresó ante el Rey de España y los integrantes del jurado que la eligieron entre otras 48 propuestas provenientes de distintas partes del mundo: “Jalisco es una fosa, México es una fosa. Esta situación se ha denunciado y a raíz de esto han muerto 12 compañeras buscadoras y a pesar de las amenazas y de la indolencia, seguimos y seguiremos buscando, porque nos mueve el amor, ese amor que como madres nos lleva a buscar a nuestros hijos sin parar con fuerza y dignidad. Sin embargo, necesitamos plena voluntad política de las autoridades, necesitamos también cooperación internacional para detener este flagelo y seguir aprendiendo sobre estrategias de búsqueda que nos ayude a encontrarles”, dijo serena pero firme doña Lupita Aguilar.
A pesar de la importancia de este premio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó el reconocimiento del monarca español a Fundej, el pasado jueves. Lo hizo desde el desconocimiento y la ignorancia, pues inicialmente creía que el premio era para Ceci Flores, de Madres Buscadoras de Sonora, que dos días antes le había pedido recibirla para entregarle una “pala de mando”. En su pleito con la Corona española, justificado o no, López Obrador vuelve a criticar a las familias que buscan a sus desaparecidos, pero por pura ignorancia.
Desconoce el trabajo de Fundej y desconoce que fue el monarca quien reconoció la labor de las madres buscadoras y no que ellas fueran quejarse de la situación que impera en México. Esto ya se sabe y es un escándalo mundial. La crisis por desapariciones en México es una de las crisis de derechos humanos más graves que existen en el mundo en este momento. Un dato: cuando José Luis Arana desapareció en enero de 2011, había aproximadamente 250 denuncias por desaparición de personas. Trece años después la cifra se ha multiplicado 60, pues ahora hay más de 15 mil personas desaparecidas, solamente en Jalisco.
Por eso es tan valioso el premio para Fundej; es un reconocimiento de que esta crisis persiste y de que sin las familias y su dolorosa pero esperanzador trabajo de búsqueda, esta crisis sería todavía más profunda y trágica. Festejemos y reconozcamos a Fundej y a todos los colectivos de familiares por su digna y justa lucha en la búsqueda de sus desaparecidos.
Desconoce el trabajo de Fundej y desconoce que fue el monarca quien reconoció la labor de las madres buscadoras y no que ellas fueran quejarse de la situación que impera en México