Exportar o repatriar, el dilema en México
El director técnico de la Selección mexicana de futbol, Jaime Lozano, así como la gran mayoría de futbolistas del Tricolor se empecinaron en señalar que la crisis del futbol mexicano se solucionaría si los equipos exportaran más jugadores a Europa.
Sin embargo, en la práctica es todo lo contrario. El sueño europeo para varios futbolistas se ha visto tentado por los billetes verdes, por la comodidad, por la cercanía de sus familias y por intereses deportivos y económicos, es por eso que vuelven a México sin cristalizar sus carreras en equipos de alto nivel.
Equipos como Tigres, Monterrey, Santos Laguna o Guadalajara han repatriado a futbolistas que estaban en buen momento y que podrían despegar sus carreras a tal grado de hacer fuerte a la Selección de cara al Mundial 2026. Pero las directivas de estos equipos optaron por una mejora deportiva, por venta de playeras y mejores entradas en sus estadios y regresar a estos jugadores a nuestro país.
Marcelo Flores, Eugenio Pizzuto, Diego Laínez, Gerardo Arteaga, Omar Govea, Santiago Muñoz o Jordan Carrilo vivieron una fugaz estancia en Europa; no se consagraron, tuvieron pocos minutos y de inmediato se les cortó ese proceso y ese sueño al volver al futbol mexicano, contradiciendo por completo lo dicho por Jaime Lozano y los seleccionados nacionales.
Pero por otro lado, jugadores como Jesús Manuel Corona, Érick Gutiérrez o Andrés Guardado han vuelto a México a una edad en donde ya todo se les dio en Europa y a su regreso al futbol mexicano han quedado a deber.
La base de la Selección mexicana juega en Europa, pero cada vez son más los futbolistas que militan en la Liga MX los que son considerados para el Tricolor. No obstante, todavía los líderes como Guillermo Ochoa, Edson Álvarez, Hirving Lozano, Raúl Jiménez, Orbelín Pineda, Luis Chávez, César Montes o Johan Vásquez militan en equipos de Inglaterra, España, Italia, Rusia y Grecia, aunque no lo hacen en equipos top en el mundo.