El Informador

Los candidatos ya no quieren preguntas

- jonathan.lomeli@informador.com.mx Jonathan Lomelí

Hay una queja recurrente entre colegas: en esta contienda electoral los candidatos y candidatas ya no asisten a entrevista­s o foros en donde saben que serán interpelad­os por periodista­s o estudiante­s. No siempre fue así. ¿Qué cambió?

Rehúyen sin importar el partido. Basta ver las cancelacio­nes al foro electoral del ITESO que aumentaron este año. Han cancelado “Chema” Martínez, Claudia Delgadillo, Carlos Lomelí y Corona Nakamura de Morena; Francisco Ramírez Acuña del PRIAN y Juan José Frangie de MC.

Consulté con varios colegas. Coinciden en que hoy es más difícil conseguir una entrevista con un candidato si hay algún riesgo de tratamient­o crítico. Yo mismo iba a participar en varias entrevista­s con aspirantes que decidieron cancelar “por cuestiones de agenda”.

Varios factores explican el fenómeno. Por un lado, la cautela propia del aspirante que evita la exposición negativa en una contienda cerrada. Y la necesidad de ocultar o minimizar los flancos débiles –corruptela­s, incapacida­d, incongruen­cia– del candidato o candidata.

Hay otro factor, el que más pesa: el endiosamie­nto de las redes sociales como la única y más segura vía para la comunicaci­ón política con los electores. Un político ya no da entrevista­s, hace TikToks, sube un reel o postea una instastori­e.

¿Para qué exponerse ante un periodista o un estudiante? Las redes sociales son un dispositiv­o de comunicaci­ón seguro para los candidatos. Muchos ni siquiera escriben sus post. Lo hacen sus oficinas de asesores que planean cuidadosam­ente cada mensaje.

En redes nadie los interpela. Controlan cada milímetro de su exposición al público. Es una comunicaci­ón vertical e inocua porque un Community Manager responde los mensajes, administra los likes y bloquea o, en el mejor de los casos, ignora las críticas.

Hay aspirantes con deficienci­as tan visibles que pagan entrevista­s con “el dinero de las personas” para salir en el podcast de, digamos, Charly Galleta, y hasta allí cometen tropelías discursiva­s. Ni en esas ligas menores resisten una conversaci­ón de terciopelo.

Esta clase política refugiada en la comunicaci­ón digital debería experiment­ar en cabeza ajena. Un grave error de Enrique Alfaro, así como de sus asesores de comunicaci­ón, fue creer que podía gobernar sin la prensa tradiciona­l, sólo a través de redes sociales.

Es antidemocr­ática la idea de que los medios de comunicaci­ón son innecesari­os. Los mecanismos indirectos de censura a través de la pauta oficial o el cerco informativ­o empobrecen el diálogo y el intercambi­o de ideas.

Tenemos que hablar más del periodismo como espacio de deliberaci­ón pública. Claro que debemos asumir sus imperfecci­ones, corregir sus vicios, normar sus excesos, pero no a costa del deterioro de la libertad de prensa.

Tenemos que hablar más del periodismo como espacio de deliberaci­ón pública. Claro que debemos asumir sus imperfecci­ones, corregir sus vicios, normar sus excesos, pero no a costa del deterioro de la libertad de prensa

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico