Rusia investiga si mató al ‘califa’ del IS en un ataque en Raqqa
Al Bagdadi podría haber muerto el mes pasado en un bombardeo sobre Raqqa
Rusia anunció ayer la muerte de Abu Bakr al Bagdadi, líder del Estado Islámico (IS, en siglas inglesas) en un ataque aéreo sobre la ciudad siria de Raqqa el mes pasado. Posteriormente, matizó el anunció y advirtió de que «estaba investigando» la posible muerte del ‘califa’.
Rusia anunció ayer la muerte de Abu Bakr al Bagdadi, líder del Estado Islámico (IS, en siglas inglesas) en un ataque aéreo sobre la ciudad siria de Raqqa el mes pasado. Horas después, matizaba la información, que no pudo ser confirmada por Estados Unidos, y advertía de que «está investigando» si realmente ha descabezado a una organización apocalíptica en claro declive. En Raqqa, la mayor ciudad que ocupan en Siria, las fuerzas aliadas continúan arrebatándoles un barrio tras otro.
El Ministerio de Defensa de Rusia describió, en un comunicado, cómo sus fuerzas recibieron información sobre una cita de cabecillas del IS para planificar su salida de Raqqa: «El 28 de mayo, después de que drones confirmasen la información sobre el lugar y la fecha del encuentro de los líderes del IS, entre las 00:35 y las 00:45», cazas Su-35 y Su-34 de la Fuerza Aérea Rusa golpearon. Como resultado, aseguró, murieron al menos 30 comandantes del «consejo militar islámico» y 300 subalternos. Entre los muertos, dijeron, se hallan Al Bagdadi, dos dirigentes locales y el jefe de seguridad del IS.
Un cuarteto de nombres capitales del grupo terrorista cuyo fin, matizó el ministerio, «está siendo verificado a través de diversos canales». Un portavoz del Pentágono aclaró a media mañana que «no podía confirmar» la noticia. Tampoco lo tenía claro el mismo ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien aseguró no tener «confirmación al 100%» de la muerte de Abu Bakr Bagdadi. Así, el misterio planeó sobre una muerte que en los últimos años ha sido anunciada varias veces y jamás confirmada. El IS, que en el pasado no ha tenido inconveniente en anunciar el «martirio» de otros de sus miembros, mantenía silencio al cierre de esta edición.
La última vez que el califa se dejó ver fue hace justo ahora tres años, cuando proclamó el califato del IS desde la Gran Mezquita Nuri de Mosul. Hoy el templo ya no es feudo de sus homilías, y pronto, todo apunta, tampoco lo serán las mezquitas de Raqqa. Ayer, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), una alianza multiétnica apoyada por la coalición occidental anti IS, siguió plegándose sobre el centro de la urbe.
Según la agencia kurda ANHA, las SDF han tomado cuatro barrios y algunas zonas aledañas, y han acabado con 312 milicianos del IS, desde que empezó la última fase de la ofensiva por Raqqa.