«La ideología del ‘procés’ es el supremacismo»
BEATRIZ BECERRA. Eurodiputada sin partido tras abandonar UPyD y vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, es una de las personas que más ha peleado para que la UE condene el independentismo catalán.
Pregunta.– ¿Cómo definiría su trabajo en la UE sobre el procés?
Respuesta.– Lo que está debajo, detrás y por encima del proceso secesionista es una ideología supremacista, excluyente, rupturista. He denunciado en estas últimas semanas el adoctrinamiento en los colegios, el señalamiento de cargos públicos, el insulto y el discurso del odio que se han puesto en marcha.
P.– Puigdemont habla de «un solo pueblo». R.– Los pueblos no existen. Lo que existen son los ciudadanos. La apropiación indebida de ese concepto, esa sinécdoque trágica de la parte por el todo, es inadmisible. Y no es nada nuevo: la apelación al supremacismo, a la bondad de algunos respecto al resto, está en el origen de todos los totalitarismos. Otra mentira, la esencial originaria, es la del supuesto derecho de autodeterminación. Pero el derecho a decidir es una falacia.
P.– ¿Tiene que haber mediación internacional, como algunos piden?
R.– Es un disfraz y un intento de ganar tiempo. La UE, como tal, podría tener algún tipo de papel mediador cuando hubiera un conflicto entre estados miembros. Esta llamada a la mediación es una muestra más de la volatilidad de los principios de los separatistas golpistas, que utilizan en cada momento lo que les puede convenir para sus intereses, que tienen que ver con la búsqueda de impunidad para los delitos que han cometido.
P.– ¿Cómo valora la actitud de Mariano Rajoy? R.– Su posición hasta ahora, de dejar que las cosas se desarrollen y el caldo se haga, no es aceptable en este momento.
P.– ¿Y el PSOE?
R.– Está demostrando una capacidad máxima de equidistancia y trilerismo. Ese pretender jugar a dos bandas, sin perder de vista oportunidades electorales y a la vez, justificar un supuesto sentido de Estado, no está a la altura de lo que es el PSOE. P.– ¿Podemos? R.– El afán de protagonismo de Pablo Iglesias y su voluntad destructiva de todo lo que hemos conseguido en España es evidente. Su objetivo es arrasar y establecer una versión totalitaria e involucionista de lo que debe ser un país democrático. Es aliado de cualquiera que sirva para sus fines: el independentismo, los representantes del terrorismo de ETA… No tiene escrúpulos ni prejuicios.
P.– Después del 155, ¿qué?
R.– Ahora mismo el Govern está en manos de delincuentes. Sí que tiene que haber una negociación con interlocutores elegidos de nuevo. El diálogo es otro instrumento, pero, en sí mismo, no lleva a ningún sitio. Lo que debe haber es una negociación con objetivos, líneas rojas y voluntad de acuerdo y cesión. Si no, hablamos de un chantaje.
P.– ¿Y qué pasa con los dos millones que quieren la independencia?
R.– Hay un número muy grande de ciudadanos de Cataluña que han asumido como propios los principios del independentismo. Y lo apoyan de una manera completamente acrítica, viéndolo como un destino fatal. Pero no estoy de acuerdo con esa idea de fatalidad.
P.– ¿Van perdiendo el miedo los catalanes contrarios a la independencia?
R.– No es cierto que la voluntad de la mayoría de los catalanes sea la independencia. Lo que hay es un gran volumen de la población que está secuestrado, arrinconado, porque si no estás en el ámbito de los verdaderos catalanes, no puedes vivir. Es nuestra responsabilidad liberar a los rehenes, porque les hemos dejado solos.