El Mundo

MÁRQUEZ, CAMPEÓN DE ORO EN CHESTE

MOTOGP. Márquez cierra su cuarto título y ya sólo le superan Agostini, Rossi y Doohan / «Este año se me ha caído el pelo, he sufrido», admite

- JAVIER SÁNCHEZ CHESTE ENVIADO ESPECIAL

El piloto catalán Marc Márquez sufrió lo suyo, no auguraba otra cosa la temporada, pero finalmente hizo buenos los pronóstico­s y ya es el nuevo campeón del mundo de MotoGP. Lo es, además, por cuarta vez. A su edad, menos de 25 años, ninguno de los grandes nombres del motociclis­mo presumía de semejante palmarés, adornado con otros dos títulos (uno de 125 y otro de 250 cc). El único rival que podía arrebatarl­e el título, el italiano Andrea Dovicioso, sufrió una caída. El campeón celebró el triunfo en el circuito de Cheste, abarrotado para la ocasión.

«Bip, bip», «bip, bip», un mensaje de Whatsapp. En su casa de Cervera, en mayo, Marc Márquez maldecía uno de sus peores momentos en sus cinco temporadas en MotoGP cuando sonó el teléfono. «En aquella época estaba muy estresado, sufría, no me divertía. Fui a ver a mi peluquera y me dijo que tenía clapas, que se me caía el pelo. ¡Yo flipaba! Mi abuelo y mi padre tienen muchísimo pelo, era imposible. Incluso fui al médico a ver qué pasaba», admitía ayer el piloto. Eran los días, entre Le Mans y Mugello, en los que acumulaba abandonos (dos en las cinco primeras carreras) y una desventaja de hasta 37 puntos. Sólo en 2015, cuando acabó el Mundial desesperad­o, estuvo tan lejos de ser campeón. Pero «bip, bip», «bip, bip», le llegó un mensaje de Whatsapp y todo cambió. En tan crudo momento su jefe de mecánicos, Santi Hernández, le envió un pronóstico: «Antes del verano serás líder del Mundial».

Y como aquello era una locura, Márquez se lo tomó en serio. Su confidente auguraba que en sólo tres carreras remontaría una distancia exagerada y, con una victoria y dos podios, así fue. En julio, en Sachsenrin­g, Márquez ya tomó un liderato que únicamente soltaría escuetamen­te al romper el motor de su Honda en Silverston­e. «Él y yo sabemos el porqué de este mensaje. No era para darle moral, era por otras cosas», comentaba Hernández, como siempre pieza clave, que definía el título de Márquez como «sin duda, el más complicado».

Si el español ayer ascendió al Olimpo, se convirtió en el tetracampe­ón de MotoGP más joven, con el mejor palmarés a los 24 años, ya sólo por debajo de Giacomo Agostini (ocho), Valentino Rossi (siete) y Mick Doohan (cinco), fue en remontada. En los test de Montmeló, en junio, el piloto, el equipo y la moto descubrier­on cómo decidir el certamen a su favor. Aunque su ventaja no era excesiva y por el camino se requiriero­n muchas, muchas caídas: nunca ningún piloto se había ido tantas veces al suelo (28) en un mismo año. «He tenido que ir muy al límite y ha sido duro. No es fácil ir rápido después de una caída. Pero también me ha ayudado mucho mi equipo. Cuando llegaba al box con la moto destrozada me recibían con una sonrisa y me decían: ‘No pasa nada, así ya tenemos algo que hacer este noche’», explicaba ayer Márquez. La carrera que le otorgó el título, ayer en Cheste, fue el mejor resumen de la temporada: para cerrar tuvo que salvar otro accidente, el definitivo.

Fueron apenas unos segundos. A falta de seis vueltas, en la curva uno, el campeón frenó tardísimo cuando rodaba líder y acabó primero tumbado y luego haciendo equilibrio­s sobre la grava. Aunque perdió posiciones y terminó tercero por detrás de Dani Pedrosa y

Johann Zarco, pudo continuar. «He mantenido el estilo Márquez hasta el final, eh», bromeaba en la meta. El milagro fue de tal calibre que incluso encontró contrapunt­o: dos vueltas después del susto, su único rival en el certamen, Andrea Dovizioso, que rodaba cuarto, acabó por los suelos y le despojó de preocupaci­ones.

Hasta entonces el italiano había intentado adelantar a un Jorge Lorenzo que, pese a las muchas órdenes de equipo, no se dejó rebasar. «Ha sido una pena que Dovi no haya podido subir al podio para celebrar la temporada los dos juntos. Admito que a principios de año, cuando ganó en Mugello y Montmeló, no me preocupaba por sus victorias, no le veía como candidato al título, pero al final ha sido un rival durísimo», reconoció Márquez con un porvenir diáfano. En años próximos no se le presume adversario: Lorenzo aún debe adaptarse a la Ducati, Maverick Viñales, duodécimo ayer, está discutido con la Yamaha y Rossi, quinto, afronta el ocaso.

 ?? FOTO: JOSE JORDAN / AFP ??
FOTO: JOSE JORDAN / AFP
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico