«Liderazgo moral» para las ONG
Londres reclama transparencia a las organizaciones no gubernamentales tras el escándalo de Oxfam Amenaza con retirar las subvenciones si se demuestra que no anteponen los intereses de los destinatarios de la ayuda
El caso Oxfam va a sentar un precedente que podría obligar a las ONG con sede en Reino Unido a cambiar su modus operandi. Así lo dejó entrever ayer la secretaria británica para el Desarrollo Internacional, Penny Mordaunt, en una comparecencia desde Estocolmo donde aseguró que, a falta de que se decidan cuáles van a ser las consecuencias para la ONG, lo que sí está claro es que hay que cambiar la forma de hacer las cosas.
«Mientras se completan las investigaciones y se persigue a los potenciales criminales que puedan surgir de ellas, lo que está claro es que la cultura que ha permitido que esto ocurra tiene que cambiar y tiene que hacerlo ya», advirtió. Para ello, y después de reunirse durante estos días tanto con Oxfam como con la Comisión de Caridad, Mordaunt acudirá hoy a la Agencia Nacional del Crimen (NCA) para marcar la hoja de ruta a seguir en el caso, aunque por el momento ya advirtió tanto a Oxfam como al resto de ONG de que el Gobierno podría retirar las subvenciones si se demuestra que no están anteponiendo los intereses de las personas a las que va destinada la ayuda humanitaria.
«Las últimas noticias sobre Oxfam, no sólo aquellas que hablan de lo que hizo su personal, sino aquellas sobre la forma en que la organización respondió, deberían ser una llamada de atención para el sector», apuntó Mordaunt. «Dejaron irse a los culpables, y no informaron a sus donantes, al regulador ni a las autoridades competentes. No sólo están faltos en procesos y procedimientos, sino que también les falta liderazgo moral».
De hecho, más allá de los 40 millones de euros en dinero público que recibe cada año, la organización no gubernamental está empezando a perder apoyos desde el sector privado. La primera empresa en abandonarles podría ser Marks & Spencer, uno de los grandes almacenes más importantes de Reino Unido que ya se está pensando si mantener la colaboración o no, mientras que la actriz MinnieDriver –que ha asegurado sentirse «horrorizada» por las cosas que estaban saliendo a la luz– ha dimitido como embajadora de la ONG. «Lo cierto es que no voy a dejar que esos espantosos errores de una organización problemática frenen mi determinación por trabajar con buena gente», sentenció.
Unos «errores» que el presidente de Haití, Jovenel Moise, ve como una «violación de la dignidad humana», y que podrían haberse evitado comprobando los antecedentes de trabajadores como el líder
del proyecto de Oxfam en el país, Roland van Hauwermeiren, que ya cometió supuestamente las mismas prácticas abusivas unos años antes en otra organización sin ánimo de lucro.
Según publicó ayer The Times, el belga de 68 años fue investigado en 2004 por la ONG Merlin, que más tarde se integraría en Save The Children, tras ser acusado de utilizar en Liberia los ferries de la empresa para ir a clubs, contratar prostitutas y llevárselas a su apartamento.
El escándalo se profundizó además al saberse que la filial holandesa de Oxfam conoció desde el primer momento que las cosas se estaban haciendo mal y los empleados británicos estaban protagonizando uno de los mayores escándalos de la cooperación internacional, pero decidió no meterse en los asuntos de la ONG hermana mientras sus escándalos no afectaran a Holanda, según informa Imane Rachidi.
Un informe interno llegó a manos de la institución en La Haya para investigar si había algún trabajador holandés implicado en la contratación de prostitutas en Haití. La directora de Oxfam Novib, Farah Karimi, reconoce que la filial holandesa sabía del escándalo sexual pero «no podía contar nada» porque era un asunto «británico».