El ultra Salvini: «Victoria. Primer objetivo cumplido»
No han pasado ni dos semanas desde que el nuevo Gobierno italiano llegó al poder y la promesa de imponer mano dura contra la inmigración irregular ya se empieza a cumplir. El ministro de Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, celebró ayer su primera victoria tras la intervención de España para solucionar la crisis del Aquarius. «Victoria. 629 inmigrantes en dirección a España. Primer objetivo cumplido. Subir la voz compensa», aseguró el ministro de Interior tras conocer la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez.
Italia, que había coordinado el rescate desde el Centro de Coordinación Marítima de Roma, instó a los responsables de la embarcación a atracar en Malta argumentando que se trataba del puerto más seguro. Pero las autoridades maltesas rechazaron tener competencia en este caso y devolvieron la pelota a Roma. Italia decidió entonces mostrar músculo y cerrar sus puertos al barco. «Francia está devolviendo a la gente en la frontera, España defiende con armas su frontera, Malta no acepta a nadie. Italia también va a empezar a decir no al tráfico de personas y no a la inmigración ilegal», escribió Salvini.
El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, acusó entonces a Roma de no respetar las reglas internacionales y poner en peligro la vida de estas personas al no dejarles desembarcar. Ante la actitud inflexible de ambos gobiernos, los alcaldes de ciudades italianas como Palermo, Nápoles o Messina, ofrecieron abrir sus puertos para recibir al buque.
En apenas unos días Salvini, que durante la campaña electoral prometió frenar la «invasión» de inmigrantes y expulsar a medio millón de irregulares, ha dado un vuelco a la política migratoria italiana –avalada por las urnas– convertido en el líder indiscutible de la derecha y relegando a Silvio Berlusconi.