Un «10%» de la caja para pagar el soberanismo
La plataforma que organizó la ‘cadena vasca’ envió una carta a los bares pidiéndoles dinero
La plataforma vasca por el derecho a decidir, Gure Esku Dago, solicitó a un número indeterminado de bares y restaurantes del Casco Viejo de Vitoria la entrega del «10% de las ganancias» que obtuvieran el domingo, durante la celebración de la cadena humana soberanista en la que participaron miles de personas.
En las cartas remitidas con el logo de esta plataforma –aunque sin firma– se comunicó a los hosteleros que este grupo soberanista había organizado actividades festivas complementarias a la cadena humana que recorrió los 202 kilómetros entre San Sebastián, Bilbao y el Parlamento vasco en Vitoria. El PP vasco, a través de su portavoz parlamentario, Borja Sémper, señaló directamente al PNV por colaborar con esta iniciativa, tanto por respaldar con cargos orgánicos e institucionales esta iniciativa, como por recoger de la mano de EH Bildu su defensa por el derecho a decidir en los primeros documentos sobre el futuro Estatuto vasco.
Simpatizantes de Gure Esku Dago remitieron cartas a hosteleros vitorianos en los días previos a la celebración de la cadena humana que se celebró el pasado domingo, en las que se instaba a «apoyar la dinámica» de esta plataforma surgida en 2013 y del derecho a decidir. A cambio, Gure Esku Dago ofrecía facilitar cartelería que identificara estos establecimientos como colaboradores en una jornada en la que se preveía la importante presencia de simpatizantes independentistas que participaron en esta movilización soberanista.
Tras la denuncia pública de la carta y de las connotaciones ante un posible intento de extorsión, Gure Esku Dago se limitó ayer a responder con una nota en la que se apunta a una presunta «descoordinación» interna en el envío de estas peticiones, sin aclarar quién remitió las cartas, ni cuántos locales pagaron el 10% requerido ni cuál fue el destino del dinero recaudado. Además, señala que esta plataforma no ha recurrido a este sistema de captación de recursos, que «es una fórmula bien conocida y muy recurrida a la hora de organizar fiestas, iniciativas y actos en Euskal Herria». El colectivo, pese a asegurar que no recurre a estas vías para exigir recursos, asegura que la petición de ayudas se plantea como «algo voluntario y totalmente opcional» y se limita a «pedir disculpas si alguna persona se ha sentido molesta».
Los portavoces oficiales de Gure Esku Dago eludieron aclarar más detalles sobre quién llevó a cabo esta campaña de captación de fondos y denunciaron la «descontextualización e intencionalidad» que pudiera haber en la publicación de la carta.
La plataforma no explicó antes de la movilización realizada el pasado domingo el presupuesto con el que sufragó la movilización de 1.000 autobuses y la utilización de dos helicópteros para garantizar la señal de televisión con la que se retransmitió la cadena humana, que fue objeto de un seguimiento informativo especial por parte de la radiotelevisión pública vasca.
La utilización de este sistema de exigencia de «donaciones» por ETA y por organizaciones afines fue el argumento utilizado ayer por los dirigentes del PP vasco Amaya Fernández y Borja Sémper para denunciar las cartas de Gure Esku Dago. «En este país este tipo de iniciativas acojona», señaló Sémper antes de que la dirección de la plataforma hiciera pública su respuesta oficial.
El portavoz parlamentario del PP vasco reconoció su preocupación porque las cartas remitidas «evocan los años más oscuros de la extorsión que han sufrido los hosteleros» vascos, en referencia a la exigencia del pago del denominado «impuesto revolucionario» por parte de ETA y de las campañas de captación de recursos por parte de las organizaciones cercanas a la banda terrorista.
Sémper calificó de «extremadamente grave» la presencia en esa «cadeneta» de dirigentes del PNV, con Andoni Ortuzar a la cabeza, y de representantes institucionales como la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria, además de los tres diputados generales y de los alcaldes de las tres capitales vascas, que gobiernan en coalición con el Partido Socialista de Euskadi.
Las misivas daban «la oportunidad» de «colaborar con el derecho a decidir»
El PP califica de «extremadamente grave» el apoyo del PNV a la «cadeneta»