Toque de los empresarios a Sánchez para que pacte con PP y Cs y deje a Podemos
El Congreso de la Empresa Familiar fue un toque de atención al presidente para que aproveche, si quiere seguir en Moncloa, para moderar su política
Importantes empresarios del país desean un cambio de alianzas parlamentarias de Pedro Sánchez ante la nueva situación creada con los independentistas. Reclaman que prescinda de Podemos y busque alianzas con PP y Ciudadanos.
«¡Qué vengan los empresarios!». Los servicios de Moncloa instaban a los organizadores en la mañana del martes que acudiera a saludar al presidente del Gobierno al menos alguno de los 700 dirigentes de empresa que le acababan de escuchar en el auditorio. Pero nada, Pedro Sánchez acababa de clausurar el Congreso de la Empresa Familiar minutos antes y, al levantarse, el silencio fue tan atronador como significativo.
Sánchez esperaba después departir con asistentes en el cóctel, en una zona restringida sin prensa y junto al guardarropa del Palacio de Congresos de Valencia, pero por allí no aparecía casi nadie y eso que el líder socialista podía ver a distancia cómo charlaban empresarios entre ellos. Un ejemplo era nada menos que
Juan Roig, el presidente de Mercadona y emblema de la industria valenciana y española. Roig ya había cumplido horas antes saludando respetuoso a Sánchez a la llegada, pero ni mostró ganas de aplaudirlo en la clausura ni de charlar con él a la salida. De acompañar a Sánchez se ocupó en impresionante soledad el presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF) y de Gestamp, Francisco J. Riberas, hasta que el socialista se llevó a un aparte al barón valenciano, Ximo Puig, que, aunque seguidor de Susana Díaz, era el más afín que halló en el evento. El contraste fue enorme con Felipe VI, ovacionado en la víspera por los empresarios tras ser reprobado por los independentistas. Entre los que hicieron impecable cola para recibirlo estuvo (véase la imagen) el presidente del diario soberanista Ara, Ferrán Rodés.
El presidente de Mercadona comentó después con Riberas que fue lógica la falta de aplausos a Sánchez sin que eso deba ofender a nadie: «Pensamos de manera diferente y España es una democracia». Así es, pero es un revés para el líder del PSOE, porque empresarios familiares como Roig son a los que debería intentar atraer el presidente. Se juegan su propio patrimonio en el mercado español y no buscan subvenciones, sino un entorno de reconocimiento a la labor empresarial.
El jefe de Mercadona no preside un fondo buitre, ni desprecia el mecenazgo, ni se otorga bonus tras destruir empleos, ni paga salarios indignos, ni mantiene en la precariedad a sus 80.000 trabajadores. Su grupo es mejorable, claro, y él mismo hizo autocrítica admitiendo en su conferen- cia hasta siete errores, pero su éxito es indiscutible.
La política de Roig y tantos empresarios familiares de reinvertir evitando endeudarse y sacrificar beneficio a corto por asegurar el largo plazo es opuesta a la del líder socialista. Por eso el valenciano respaldó a Riberas por su ovacionado discurso ante el presidente del Gobierno. El de Gestamp, que tampoco necesita subvenciones para su emporio, es el primer empresario que dice a la cara a Sánchez que «el posible cambio de ciclo que llegará antes o después no puede pillar a España sin los deberes hechos. No podemos permitirnos que se sigan adoptando medidas de corto plazo con la finalidad principal de garantizar la gobernabilidad».
Su discurso fue consensuado en la junta directiva del IEF. «Hace meses que seguimos con mucha preocupación la deriva de Sánchez», afirma uno de los directivos asistentes. «Sánchez tenía la opción de gobernar un tiempo con medidas económicas razonables con la abstención del PP y de Ciudadanos, pero ha elegido a Podemos», agrega.
La cúpula de esta influyente asociación empresarial querría que, ahora que Torra niega su apoyo a los Presupuestos, Sánchez se lanzara por fin a un plan B que parece utópico. «Como ni a PP ni a Cs les viene bien por ahora las elecciones, Sánchez debería apoyarse en ellos y aprovechar una oportunidad única de pactos de Estado y reformas», resumen en el IEF. Por contra, Sánchez ve rédito en gobernar sin los
El jefe de Mercadona fue de los que no aplaudió a Sánchez: «No pensamos igual»
empresarios e incluso baraja ya derogar parte de la reforma laboral dejando fuera del consenso a la patronal en guiño a los sindicatos y a la campaña electoral. También fue provocador
en el coloquio al reprochar a los empresarios que pagan sólo el 10% de tipo efectivo en el Impuesto de Sociedades. Sánchez, como Montoro antes, se basa en informes de la
El presidente del ‘Ara’, Ferrán Rodés, se unió a Roig en el comité de bienvenida al Rey
Agencia Tributaria, pero empresarios como Riberas o Roig se revolvieron en su asiento. Mercadona declara un 20% en 2017 y dice que no paga más por reserva de capitalización.
De todo hay en las empresas y justo es que muchas paguen más, pero, como reclama Roig, también hay que exigir al Gobierno que los impuestos sean bien utilizados: «Para eso los pagamos».