LOS HOTELES QUE VIENEN Suites en un yate o festivales VIP en la piscina
Las cadenas expanden su negocio con actividades complementarias al alojamiento
Los pilares que asientan el negocio sobre el que las hoteleras se han erigido ya no están sólo excavados en la tierra. El sector está ampliando el horizonte de sus inversiones físicas y tecnológicas, pero también se lanza cada vez más fuera del ámbito estrictamente hotelero.
Hace tiempo que los cambios internos en el sector están transformando a muchas cadenas hoteleras de propietarias a simples gestoras de establecimientos sin vinculación con los activos físicos. Las experiencias han pasado desde entonces a convertirse en el nuevo filón, centrando nuevas líneas de negocio tanto dentro de los cauces hoteleros como fuera de ellos.
En el negocio hotelero las amenities originales reinan en hoteles de alto nivel de todo el mundo. Desde elegir entre 20 modelos de guitarras Fender para tocar durante la estancia o disponer de un equipo de DJ, a contar con un kit con extractor de leche para madres en periodo de lactancia, pasando por la posibilidad de tener un perfume a medida creado en un habitación con perfumistas de estrellas de Hollywood o disfrutar de una discoteca privada para fiestas muy exclusivas.
Son opciones a las que se ha sumado una fuerte tendencia en experiencias que ya son populares. Entre ellas se cuentan los juegos de ingenio en las escape rooms –de las que los huéspedes deben salir tras resolver acertijos–, los de realidad virtual, o el fenómeno más reciente de las range rooms o habitaciones de la ira, en las que los clientes, ataviados con un equipo de protección, se pueden desahogar rompiendo parte del mobiliario.
Pero a los hoteleros ya no sólo les preocupa tener una buena ubicación ni ofrecer productos complementarios e innovadores a sus clientes, quieren ser prescriptores de tendencias y lo demuestran planificando su expansión también en negocios que les son ajenos.
De experiencias singulares como conciertos que algunas cadena están logrando convertir en tendencia mediante citas periódicas han surgido negocios como en el que se ha embarcado la mayor empresa hotelera mundial, Marriott International, a través de su marca W.
Música made in hotel es su nuevo negocio. W Hotels no sólo se ha hecho propietaria de la primera serie de festivales de música en un hotel, conocida como Wake Up Call, sino que ahora ha decidido entrar en la
Hay hoteles donde se puede elegir entre 20 modelos de guitarras Fender
Más de una cadena celebra festivales urbanos dentro de sus establecimientos
industria discográfica. W Records es su recién nacido sello.
Más de una cadena celebra festivales urbanos dentro de sus establecimientos. Es el caso, por ejemplo de la francesa Accor. Incluso otras, como la española NH, a través de Nhow Hotels, tenían ya estudios de música con equipos profesionales de grabación.
Pero ahora Marriott ha decidido diversificar su negocio y ha establecido W Sound Suites en sus hoteles, para la grabación, además de la producción de videoclips, la distribución y actuaciones in situ. Y la compañía ha considerado que W Records era «sin duda», el paso natural que debía dar la marca en su vinculación con la música.
W Records ya cuenta con cuatro artistas emergentes que se unirán al sello el próximo año. Según la compañía, la «duradera relación de la marca W con socios de la industria musical, promotores, medios e influencers les ayudará a destacar en un mercado saturado». De entrada ya tendrán acceso a una audiencia de más de 110 millones de miembros de los programas de fidelidad de clientes de Marriott.
En su diversificación del negocio, otra marca de Marriott, Ritz-Carlton, ha buscado un nicho de mercado que se aleja de tierra firme. Al mar se ha lanzado con The Yacht Collection y la construcción, de momento, de tres hoteles flotantes que surcarán el planeta a partir de 2020.
Su nueva división de cruceros con yates de lujo hará itinerarios culturales en los que, según la responsable de promoción de The Ritz-Carlton, será «capaz de reproducir el mismo ambiente y reconocido servicio» de sus hoteles en tierra «en sus resorts en el mar». Flexibilidad de horarios para las escalas y un «tamaño reducido que garantiza» accesos a «puertos recónditos en todo el mundo» son ventajas que destaca Ritz-Carton de su nueva vertiente de negocio.