Fallece el magistrado del 1-O que fue acosado por los independentistas
Ramírez Sunyer permaneció al frente de las investigaciones pese a su grave enfermedad
La misma enfermedad por la que fue ingresado hace casi un año en un hospital de Barcelona provocó la madrugada del pasado domingo la muerte del magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona Juan Antonio Ramírez Sunyer a los 71 años. Fue el primer juez en iniciar una investigación contra los preparativos del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre del año pasado en Cataluña, aunque la causa comenzó cuando admitió a trámite una denuncia por las insinuaciones del ex magistrado y ex senador de ERC Santiago Vidal quien afirmó que el Govern había obtenido datos fiscales de los catalanes de manera ilegal, aunque luego lo negó en su declaración judicial.
Durante meses la causa estuvo en secreto hasta que el 20 de septiembre pasado, durante los momentos de máxima tensión por el 1-O, ordenó una operación de la Guardia Civil que acabó con la detención de altos cargos del Govern y el registro de varias sedes de la Generalitat y de domicilios particulares. Con la documentación obtenida, como la libreta en la que el entonces secretario general Josep Maria Jové con todos los pasos a seguir para declarar la independencia, los agentes han cimentado los informes entregados en este juzgado y en el Tribunal Supremo que han servido para reunir las pruebas por las que la Fiscalía acusa de rebelión a los líderes soberanistas encarcelados además de la malversación por las que se procesará a otros ex cargos.
Por su investigación sobre posibles delitos cometidos con los preparativos del referéndum el juez se convirtió en diana del independentismo. El día siguiente a ordenar las detenciones el mostrador de su juzgado amaneció con flores y unos meses más tarde se hicieron pintadas contra él en la localidad en la que había alquilado un apartamento como segunda residencia. Y eso que en 2016 Ramírez Sunyer fue condecorado por los Mossos d’Esquadra en el Día de les Esquadres en un acto presidido por el entonces presidente Carles Puigdemont.
No era la primera vez que se le señalaba por su trabajo. En 2006 un grupo anarquista autodenominado Brigadas de la Cólera reivindicó el envió de una carta bomba dirigida a Ramírez Sunyer que fue desactivada por los Mossos d’Esquadra en la oficina de Correos. Meses antes había encarcelado a varios anarquistas que habían participado en una protesta de compañeros de Italia y poco después hizo lo mismo contra otro miembro de esta ideología que ponía artefactos incendiarios en bancos.
El magistrado, que también era ingeniero, entró tarde en la carrera judicial en 1991 superados los 40 años y pasó por los juzgados de Terrassa, Sant Boi y Badalona antes de entrar en 2013 en el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le había permitido retrasar su jubilación hasta los 72 años y en los últimos días había concedido un refuerzo integral de su juzgado por lo que un magistrado llevaría todas las causas y procedimientos de delitos leves y dejaría a Ramírez Sunyer sólo la relacionada con los preparativos del referéndum. Los que le conocieron remarcan su sentido del deber ya que ni con la gravedad de su enfermedad quiso apartarse de este procedimiento pese a la complejidad de la instrucción con más de 40 investigados y miles de folios.
«Era un juez con un alto sentido del deber» señalan fuentes judiciales que añaden su honestidad y equidad para llevar los procedimientos. Además, indican que era muy «comprensivo» con los profesionales y ciudadanos que pasaban por su juzgado. «Poco a poco se fue consumiendo pero no dejar de estar al frente de sus obligaciones» indican sobre Ramírez Sunyer. La misma opinión que desde la Asociación Profesional de la Magistratura en Cataluña quienes remarcaron que el juez llevaba meses de «lucha contra una larga enfermedad y sin abandonar en ningún momento las obligaciones propias de su puesto de trabajo». Por eso recordaron que «antepuso el ejercicio de la judicatura a muchas otras cosas, incluso a su propia salud».
Por el momento, el juez de refuerzo se hará cargo de la causa del 1-O a la espera de designar su sustituto al frente del juzgado.
El CGPJ autorizó un refuerzo en el juzgado para que instruyese la causa del referéndum