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Muere Helmut Kohl, el canciller de la reunificac­ión alemana y de la Unión Europea

Muere Helmut Kohl, símbolo de la reunificac­ión alemana tras la Guerra Fría y de la construcci­ón europea Los líderes europeos cierran filas para homenajear a una figura histórica impulsora del euro y de la ampliación al Este

- POR CARMEN VALERO

Europa perdió ayer a uno de sus grandes arquitecto­s. El ex canciller alemán Helmut Kohl –que reunificó Alemania después de 45 años de Guerra Fría y cambió el curso de Europa articuland­o el gran proyecto de integració­n que es la Unión Europea (UE) y la moneda única– murió a los 87 años en su Ludwigsafe­n natal.

Kohl llevaba casi una década postrado en silla de ruedas y en sus cada vez más esporádica­s aparicione­s públicas se le veía muy mermado. También su legado político se fue resintiend­o a causa de querellas, enemistade­s y escándalos propios de quien ya no controlaba su destino.

Aún caído en desgracia, en su triste declive, Helmut Kohl, el patriarca de la Unión Cristianod­emócrata (CDU) que dirige Angela Merkel, el titán europeo, ya tenía asegurado un lugar en la Historia.

Kohl «fue un golpe de suerte» para Alemania y para Europa, afirmó la canciller Merkel de quien fue su mentor político y con quien luego tuvo profundas desavenenc­ias. Merkel, que debido a la muerte de Kohl retrasó su viaje a Roma, donde hoy iba a ser recibida en audiencia privada por el Papa Francisco, dijo que Kohl supo aprovechar la «oportunida­d histórica» de la caída del Muro de Berlín para llevar a caso la «mayor obra de arte política».

Fue un «gran alemán y un gran europeo», símbolo de la reunificac­ión de Alemania y de la integració­n de Europa, procesos políticos que para Kohl eran inseparabl­es. «Quedará en nuestra memoria como un gran europeo y como el canciller de la unidad alemana», manifestó Merkel y añadió, a título personal, que Kohl también cambió su trayectori­a política y de vida, en referencia a su infancia y juventud en la Alemania comunista.

Para el ministro de Exteriores, el socialdemó­crata Sigmar Gabriel, ha muerto un «gran alemán y sobre todo un gran europeo». El ex canciller Kohl «hizo mucho no sólo para que la reunificac­ión alemana tuviese lugar, sino también para que Europa creciese junta. Éste es su gran legado», destacó Gabriel.

El candidato socialdemó­crata a la cancillerí­a para las elecciones de septiembre, Martin Schulz, afirmó: «Hemos perdido a un gran europeo» que puso «fundamento­s históricos» para «Alemania y Europa», una aportación que «no será olvidada». «Más allá de las fronteras partidista­s y de las distintas conviccion­es políticas, los socialdemó­cratas mostramos respeto y reconocimi­ento por la obra política de su vida», agregó Schulz, que calificó a Kohl de «gran estadista», para una «Alemania europea».

Desde Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, transmitió sus condolenci­as al pueblo alemán y a la familia y amigos de Kohl a quien «se echará en falta porque él era Europa».

«Helmut Kohl llenó de vida el proyecto europeo, no sólo por construir puentes hacia el este y el oeste, sino también porque nunca dejó de vislumbrar mejores perspectiv­as para el futuro de Europa», sostuvo Juncker y agregó que Kohl «entendió la importanci­a económica y política y el inestimabl­e valor de tener una moneda única en el continente. El euro no existiría sin el ex canciller Kohl», pues la moneda única europea supuso para Alemania renunciar al poderoso marco. Kohl «nunca olvidó que el proyecto europeo salvó este continente tras las dos guerras mundiales», añadió Juncker, mientras que el presidente del Consejo, Donald Tusk, afirmó en su perfil de la red social Twitter que «siempre» recordará a Kohl como un «amigo y hombre de Estado que ayudó a reunificar Europa».

Kohl vivía prácticame­nte recluido, junto a Maike Richter, 34 años más joven y con quien contrajo matrimonio en 2008. Anteriorme­nte estuvo casado con Hannelore Renner, que se quitó voluntaria­mente la vida en 2001. Con ella tuvo dos hijos: Walter y Peter. Con ninguno de ellos mantenía relación. Richter, supuestame­nte, fiscalizab­a hasta el más mínimo detalle del gigante herido. De ella dijeron que es «una bruja que controla la existencia de un hombre enfermo, impide el acceso a sus hijos y amigos y destruye la herencia de un político que escribió la historia mundial reteniendo documentos históricos» ,

La última vez que los medios alemanes informaron sobre Kohl y su ahora viuda fue el pasado mes de abril con motivo de la batalla judicial que el ex canciller mantenía con quien había sido su biógrafo y confidente, el periodista Heribert Schwan, a causa de la publicació­n no autorizada de un libro basado en las conversaci­ones que habían mantenido. El libro, titulado Vermächtni­s: die

Kohl-Protokolle incluyó en el momento de su publicació­n, en 2014, hasta 116 pasajes, entre tanto prohibidos, en los que el ex canciller se explayaba sobre otros políticos, comentario­s que causaron decepción pues mostraban a un Kohl vulgar, indiscreto y en exceso mundano, rasgos impropios para el gran europeo y hombre de Estado que cambio en el curso de la Historia de Alemania y de Europa. De Merkel, por ejemplo, dijo que «no sabía comer con cuchillo y tenedor» y de Mijail Gorbachov que era un fracasado.

Los tribunales dieron la razón al viejo canciller y condenaron a Schwan a resarcir los «graves daños» a la privacidad y al honor causados a Kohl con el pago de un millón de euros, la cantidad mas alta fijada nunca. El daño sin embargo estaba hecho.

Gorbachov, último presidente de la extinta URSS y premio Nobel de la Paz también respondió a la muerte de Kohl con alabanzas: «Fue un honor tratar en tiempos difíciles con un estadista como Helmut Kohl, defensor de los intereses de su país y respetuoso con los intereses de los demás. Deja huellas en la Historia imborrable­s».

La muerte política de Kohl sucedió en 1998, con su derrota electoral ante ante el socialdemó­crata Gerhard Schröder, aunque desde su retiro siguió levantando la voz, mientras su estado de salud se lo permitió, cada vez que sintió peligrar sus grandes proyectos: la unidad alemana y la europea. «Merkel no entiende de política europea», llegó a decir.

Kohl nació el 3 de abril de 1930. Fue canciller de Alemania 16 años (1982-1996), lo que convirtier­on en el mandatario que más tiempo ejerció cargo. Sin Miterrand y Kohl, los dos colosos de la política europea por excelencia, no se entiende la Unión Europea, la implantaci­ón de la moneda única o de la ampliación de la Unión Europea a la Europa del Este.

«Fue un golpe de suerte» para Alemania, reconoce Merkel de su mentor

Gorbachov alaba las «huellas imborrable­s» que deja en la Historia

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GETTY IMAGES El canciller alemán Helmut Kohl, durante una conferenci­a de la CDU en la ciudad de Múnich.

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