Hay que matar a Rajoy
Hillary Clinton ha publicado Lo que pasó, un libro en el que reconstruye la larga campaña hasta su derrota con Trump. «Ésta es la historia de lo que pasó. La historia de lo que vi, sentí, y pensé durante los dos años más intensos de mi vida». Hillary parece movida por la pulsión poderosa de no permitir que su historia sea escrita por otros, sobre todo desde la lógica de la posverdad. Y seguramente Rajoy, a su modo, debe sentir algo así. Como ella, ha cometido muchos errores, una alarmante cantidad de errores para un presidente, pero debe de asistir con desasosiego al relato dominante que, cada vez más, le señala a él como culpable de lo que sucede en Cataluña.
Este relato B ya va solapándose con el relato A del referéndum. Aunque todavía se mantiene la consigna de la celebración, va perdiendo energía desde el espectáculo montaraz del Parlament pisoteando las reglas democráticas y a la oposición que representa a media Cataluña, y ni siquiera la Diada ha levantado la moral. Todos tienen conciencia del cráter que va a dejar el 1-O, y ya se está generando el relato B: Lo sucedido es culpa de Rajoy. Ahí el agit-prop impúdico de Podemos es fundamental. Iglesias: «Rajoy es la mayor amenaza para la democracia en Cataluña»; Monedero: «Es estricta responsabilidad del PP de Rajoy»; Colau: «Rajoy es el principal