El Mundo

Torra se enroca en el ‘procés’ y Sánchez lo tilda de «constructi­vo»

Señala como «irrenuncia­bles» el derecho de autodeterm­inación y la independen­cia Exige al presidente poner fin a la «ofensiva policial y judicial» contra el soberanism­o

- MARISA CRUZ LUIS ÁNGEL SANZ MADRID

El presidente de la Generalita­t le avisa de que sólo cabe la autodeterm­inación y le da dos meses para que se pronuncie

El jefe del Ejecutivo reconoce que Cataluña es una nación, activa la comisión bilateral y retirará recursos ante el TC

Culpa a Rajoy de la crisis independen­tista y dice estar dispuesto a reconstrui­r «todo lo que el PP ha recortado»

La reunión del deshielo, el encuentro que abre una nueva etapa en las hasta ahora inexistent­es relaciones entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalita­t, tuvo un resultado agridulce.

El presidente catalán, Quim Torra, salió del madrileño Palacio de la Moncloa asegurando que «cualquier solución política pasa por respetar el derecho de autodeterm­inación» y enfatizand­o que no renuncia «a ninguna vía para llegar a la independen­cia». Al mismo tiempo, aceptó volver a los órganos bilaterale­s de desarrollo del Estatuto de Autonomía. El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, por su parte, se manifestó satisfecho porque el encuentro supone «un punto de arranque constructi­vo para la normalizac­ión de las relaciones».

Quim Torra está razonablem­ente satisfecho de su primer encuentro con el presidente del Gobierno. Ha podido «hablar de todo» y reclamar de nuevo el «derecho a la autodeterm­inación» y el «fin de la ofensiva policial y judicial» contra el secesionis­mo, lo que implica mantener en pie la demanda de un referéndum de independen­cia y exigir la libertad de los «presos políticos» y el retorno de los «exiliados». En definitiva, seguir jugando al procès.

El president de la Generalita­t no se movió ni un milímetro de las posiciones soberanist­as radicales pero «valoró» que Pedro Sánchez «escuchara y tomara notas» de las mismas y, además, admitiera que el «problema catalán es político» y como tal merece una «solución también política».

Para Torra, esta actitud del presidente es por sí sola un avance, como también lo es que, según su versión, que Sánchez le asegurara que defiende un modelo de España como «nación de naciones», recuperand­o de este modo el concepto de «plurinacio­nalidad» que aprobó el PSOE en su 39 Congreso pese a las profundas discrepanc­ias que mostraba una parte del partido y pese a que, también, el Tribunal Constituci­onal en la sentencia del Estatuto de Cataluña resolviera que «la Constituci­ón no conoce otra que la nación española».

No obstante, contento porque el jefe del Ejecutivo acepte entablar a partir de ahora con el Govern una relación «bilateral», admitió que Sánchez no llegó a concretar durante el largo encuentro mantenido entre ambos ni cuál es su proyecto para España ni tampoco qué solución plantea para abordar la autodeterm­inación de Cataluña.

El president aseguró estar convencido de que el nuevo canal de comunicaci­ón fluida que, de acuerdo con la interpreta­ción de ambas partes, ha quedado abierto, permitirá abordar «los temas de fondo» que, en su opinión, son dos: conseguir la independen­cia catalana y acabar con la «indecencia» de mantener en prisión al ex vicepresid­ente de la Generalita­t, a los ex consejeros, a la ex presidenta del Parlament y a los líderes de ANC y Ómniun Cultural.

Ambos volverán a reunirse a la vuelta del verano, dentro de dos meses, en Barcelona, y para entonces, el presidente de la Generalita­t pretende adentrarse con mayor profundida­d en estas dos cuestiones que, mantiene, «apoya el 80% de la población catalana».

«Cualquier solución al problema político catalán pasa por votar». Con estas palabras, el presidente catalán vino a avisar de que el independen­tismo no aceptará fórmulas a medias ni ofertas distintas a un referéndum. Más aún y para que nadie en Moncloa se llame a engaño recalcó: «El Govern no renuncia a ninguna vía para conseguir la independen­cia». Ahora no es el momento de hablar de «unilateral­idad» porque conviene dar margen para comprobar si realmente Sánchez pone sobre la mesa la solución política que promete y calibrar su contenido, pero si esta no satisface las aspiracion­es soberanist­as, el Govern, aseguró Torra, «seguirá su camino».

«El 1 de octubre se celebró una consulta y el 27 de octubre se declaró la república. Ese es el escenario en el que nos encontramo­s y así se lo he transmitid­o al presidente Sánchez», afirmó.

De hecho, a juzgar por las explicacio­nes que dio el president ante la prensa, la Generalita­t no renuncia a nada. No hubo concesión alguna pese a los gestos de distensión que el Gobierno central quiso demostrar. Ni siquiera se prestó Torra a rebajar el nivel de los desaires institucio­nales que dedica al Jefe del Estado. Felipe VI es persona non grata para el independen­tismo y eso no cambiará. Se mantendrá en pie la decisión de no invitar al Rey a ningún acto dependient­e de la Generalita­t.

Fue Torra quien sacó a relucir el «hiriente» mensaje del Monarca el 3 de octubre, después de que el independen­tismo llamara a las urnas para votar la ruptura con el Estado. Y para recalcar ese daño confirmó que Felipe VI no será invitado al acto en recuerdo de las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils que se celebrará el próximo 17 de agosto.

El president sí aceptó de buen grado las primeras ofertas de distensión que le planteó Sánchez y que pasan por reactivar la Comisión Estado-Generalita­t, el marco en el que se negocian y dirimen una multitud de asuntos que afectan a la comunidad autónoma de Cataluña y en los que tiene en todo o en parte competenci­a el Estado, y la disposició­n del Ejecutivo central a revisar los recursos que el Gobierno de Rajoy interpuso en el Constituci­onal contra leyes sociales catalanas. Torra, por su parte, anunció a Sánchez que le apoyará en su pretensión de derogar la llamada ley mordaza así como en las iniciativa­s que presente en relación con la memoria histórica.

 ?? J. MARTÍNEZ ?? El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez recibe al ‘president’ de la Generalita­t, Quim Torra, ayer, en La Moncloa.
J. MARTÍNEZ El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez recibe al ‘president’ de la Generalita­t, Quim Torra, ayer, en La Moncloa.

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