Carmen Calvo desconcierta a los juristas con su propuesta para reformar el delito de violación
La ministra afirma que el Código Penal recogerá que si no hay un «sí explícito» existe agresión sexual / Encarga a la RAE un informe para feminizar la redacción de la Constitución, pero la Academia avisa de que está en contra del lenguaje inclusivo
Expertos en Derecho Penal expresaron ayer su desconcierto por la «barbaridad» que propuso la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. La también ministra de Igualdad planteó una reforma del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que, «si una mujer no dice sí expresamente, todo lo demás es no». Su pretensión es que los tipos penales de las agresiones sexuales no dependan de la interpretación de los jueces y para ello va a impulsar una reforma legal inspirada en el modelo sueco, donde se considera violación cualquier acto sexual sin consentimiento expreso.
Fuentes de la Vicepresidencia del Gobierno admiten que la propuesta no está aún madurada por escrito y que no se ha concretado cómo se puede reflejar en el Código Penal un sí explícito de la mujer. De hecho, la tesis de Calvo deberá ser trabajada con otro equipo del Ministerio de Justicia, que va a contar, a su vez, con juristas feministas.
Lo más concreto por parte del Gobierno es su apelación a la ley de Suecia, que entró en vigor hace 11 días. Si el Ejecutivo de Sánchez se basa en el país nórdico, la clave será el consentimiento. Y en la legislación sueca eso ocurre «si se expresó con palabras, gestos o de otra manera». Para Suecia, hay tres escenarios de no consentimiento: si hubo violencia o amenazas; si la víctima era vulnerable (estaba inconsciente, drogada o dormida), o si el agresor tuvo una posición de poder sobre ella.
Lo central de la reforma sueca es que antes se consideraba violación sólo si el acto estaba acompañado de violencia o de amenazas y ahora lo nuclear es el consentimiento.
A falta de conocer en profundidad los detalles de la propuesta de Calvo, los juristas consultados argumentan que esta medida puede «criminalizar una parte importante de las relaciones sexuales», aquellas en las que las mujeres no dicen sí expresamente pero acceden de una forma implícita. También creen que el anuncio se lanza «de forma oportunista», al calor del clamor popular que ha generado la sentencia de La Manada, pero sin reflexionar en profundidad sobre si es necesario cambiar la ley en este sentido.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, anunció también que ha encargado un informe a la Real Academia Española para «adecuar la Constitución a un lenguaje que incluya a las mujeres». Según la ministra de Igualdad, «tenemos una Constitución en masculino». Sin embargo, desde la RAE se avisa que no se puede pretender adaptar la realidad del lenguaje a los intereses políticos.