En el aire la presidencia de honor en el PP
El partido en Castilla La Mancha también la discute y sólo resisten con ella un puñado de fieles
El cuestionamiento de María Dolores de Cospedal en el PP ha llegado también a Castilla-La Mancha, donde presidía el partido hasta hace sólo un mes. Su sucesor, Francisco Núñez, propuso en el primer Comité Ejecutivo de su mandato su nombramiento como presidenta de honor pendiente de ratificarse en una Junta Directiva posterior.
A preguntas de los periodistas, la portavoz del PP en Castilla-La Mancha, Claudia Alonso, defendió ayer que Cospedal «no es presidenta de honor» de los populares y recordó que deberá ser la Junta Directiva regional del partido la que decida si aprueba este nombramiento.
Alonso, según informa Europa Press, evitó aclarar si el PP regional apoya a Cospedal tras hacerse públicas sus conversaciones con Villarejo. «El PP de Castilla-La Mancha siempre sabe lo que tiene que hacer», señaló. En la misma línea que la dirección nacional en Castilla-La Mancha descargaron en ella toda la responsabilidad sobre su permanencia o no en el Congreso de los Diputados. La portavoz aseguró desconocer por qué no lo ha hecho a pesar de que sí ha abandonado su cargo de vocal del Comité Ejecutivo Nacional. «Esa es una pregunta que se le tiene que hacer a ella», replicó.
Esta evidente distancia es la misma que impuso desde el primer momento Génova. Pablo Casado se negó a contestar sobre los problemas que acechan a la ex secretaria general y el resto de miembros de la dirección se han limitado a remitirse a las explicaciones que ha ido a través de alguna declaración pública y, sobre todo, de comunicados. Pero sorprende el trato que está recibiendo del PP de Castilla-La Mancha, una circunstancia que pone de manifiesto el descrédito de su figura política
y el desgaste de su imagen dentro del PP.
Cospedal sostiene que las cintas que han trascendido están «manipuladas» para ofrecer una imagen «distorsionada» de la realidad que sólo persigue dañarla. Pese al mal momento que atraviesa en el PP, el vital respaldo que dio a Pablo Casado en el congreso le permitió colocar en la nueva dirección a ex ministros como Dolors Montserrat, Juan Ignacio Zoido, Isabel García Tejerina y Rafael Catalá o el ex dirigente del CastillaLa Mancha, Vicente Tirado, lo que supone para ella mantener aún alguna influencia en el partido. No obstante estos apoyos son prácticamente los únicos que le quedan ya que muchas personas que han defendido estos años su trabajo opinan que lo mejor para el PP sería que diera un paso atrás y dejara su escaño.