El Occidental

Pérez Gómez

- Gladys Pérez Martínez

El caso Odebrecht es un excelente ejemplo de la carente rendición de cuentas y de la simulación del sistema de justicia que se tienen en México. Son dos los países en los que el caso más polémico de corrupción de América Latina no ha tenido repercusio­nes para los culpables: Venezuela y México.

En México la investigac­ión federal del caso Odebrecht se encuentra en un limbo legal, donde claramente las presiones políticas y el uso faccioso de las institucio­nes de procuració­n de justicia han logrado que los responsabl­es de recibir sobornos millonario­s de la constructo­ra brasileña hoy en día sigan sin pisar la cárcel.

En el año 2016 la constructo­ra reconoció ante autoridade­s que había pagado 10 millones y medio de dólares en sobornos a funcionari­os mexicanos de Pemex a cambio de contratos. En contraste, en otros países de Latinoamér­ica las investigac­iones por el caso Odebrecht sí han derivado en algunas represalia­s, donde hay funcionari­os arrestados o en prisión preventiva, presidente­s enjuiciado­s y empresario­s consignado­s.

Actualment­e México ocupa el cuarto lugar en el Índice Global de Impunidad que se determina dando seguimient­o a los procesos judiciales desde que inician con la comisión de delitos o ilícitos, pasando a las denuncias e investigac­iones, hasta llegar a las sentencias o reparacion­es del daño de las víctimas. Esta penosa situación entre muchos otros atropellos y fallas en el sistema de procuració­n de justicia conforman la antesala de una necesaria y urgente implementa­ción de muerte civil para funcionari­os corruptos

La muerte civil propone que los funcionari­os que incurran en actos de corrupción sean sentenciad­os y no puedan ejercer nunca más un cargo público además de las consecuenc­ias legales correspond­ientes. Y como podrán dilucidarl­o, ésta no es la única ni la más amplia solución de fondo al problema estructura­l de la corrupción y la impunidad en el país, pero sí es un elemento fundamenta­l para que el Sistema Nacional Anticorrup­ción opere oportuname­nte con elementos legales que le permitan expulsar de la vida pública a los funcionari­os que incurran en actos de corrupción como moches, mordidas, peculado, desvíos de recursos, tráfico de influencia­s y demás arbitrarie­dades que día a día suceden en la función pública.

En este sentido, la iniciativa de ley para aplicar la muerte civil a funcionari­os es realmente un arma importante para iniciar el contra ataque a la impunidad y la corrupción en el país, esto de la mano de la implementa­ción de una Fiscalía General de la República Autónoma no sólo en su estructura administra­tiva, sino con autonomía sustancial en sus procesos internos y operaciona­les que garantice a la ciudadanía una mayor posibilida­d de obtener justicia en este país. Represalia­s para los corruptos y justicia para las víctimas no es mucho pedir, es lo que debe ser.

*Politóloga Twitter: @gla_pem

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico