El feminismo no para
Quien piense que la pandemia inmovilizó a las feministas “yo me puedo soltar a carcajadas, la verdad hubo una pausa. Pero el feminismo se siguió moviendo en el contexto de la pandemia, no ha parado, es de otra naturaleza, no para, hace acciones simbólicas, de solidaridad y apoyo, con acciones callejeras, obliga a una revolución sexual y plantea un profundo cuestionamiento al sistema”.
Esa fue una constante, se ve en otros países de América Latina y Europa, porque las mujeres “estamos a la cabeza de las luchas sociales en todo el mundo”, que ya cimbró al feminismo institucional.
Optimista, emocionada habla Josefina Chávez Rodríguez, directora de la revista
Cuadernos Feministas fundada en 1997, para generar un debate de ideas, luego de la aparición del movimiento zapatista en 1994, donde las indígenas se revelaron feministas y hoy se suman al nuevo movimiento, que se llamó la primavera violeta.
La respuesta “sorpresiva”, de miles de jóvenes es a la crisis, de todo tipo, y es por ello que estamos a la cabeza de los cambios para un mundo mejor. Los cambios al sistema.
Las jóvenes tienen mucha fuerza, por ser un movimiento con un carácter clarísimo, saben “que el problema no te lo van a resolver las políticas públicas. Se necesitan cambios profundos”. Es una característica mundial. Pero en México hubo represión, lo que antes nunca sucedió contra las feministas. Eso es nuevo, también.
En el escenario de la crisis sanitaria, se tuvo la sensación de pausa, para las expresiones de este 8 de marzo, pero no es cierto. Las feministas se están expresando y actuando. Nuevamente sin descanso, alrededor de la crisis del feminicidio.
La entrevistada contagia entusiasmo, y explica cuando apenas terminó febrero, “ya se sentía la energía que cada año, de esas jóvenes contestatarias que aparecieron en las calles en 2017, con presencias y acciones que perturbaron a todo el mundo. Ya tenemos 4 o 5 años, en una nueva situación, nadie puede dejar de verla.
Realmente, dice, hay una revolución mundial, con la problemática de las violencias machistas, porque esas violencias son el resultado de un sistema incapaz de dar respuestas.
“Estoy total y absolutamente motivada, -con lo horrible- por el Covid-19, que tiene que ver con la crisis capitalista, la crisis mundial, ambiental por el fracaso de este sistema”.
Impresionante, las chilenas, en América Latina llamaron a la huelga, un sector del feminismo que incorpora demandas sociales llamó a un encuentro plurinacional, a otros encuentros, así como una Asamblea trasfronteriza”.
A la idea de que las feministas no están, por el distanciamiento, que están calladas por la crisis, Josefina Chávez expresa que esto es mundial: las chilenas por ejemplo han desplegado sus propuestas con alianzas, con Suiza, Bélgica, con Ni una Menos de Argentina, y una de Italia, usando las comunicaciones “es increíble –verlas- en vivo y a todo color cómo discuten las italianas y están cada una de ellas” para llamar a la huelga del 8M, se trata de una revolución mundial, una rebelión mundial. Una cosa es la huelga, en respuesta a los cambios en la sociedad y la incorporación de las mujeres a lo largo de muchos años, al ámbito público, lo que las llevó a solidarizarse con otras muchas luchas sociales. Movilización ligada a la expresión pública, alrededor del tema de feminicidio porque éste se engarza con la ineficiencia de la operación de la justicia.
En México, en plena pandemia, “vimos en la toma de la CNDH, que fue un evento nuevo, tiene que ver con esta problemática en la Ciudad de México. Pero, lo mismo sucedió en Colima, en Guerrero, en Guanajuato, en Ciudad Juárez”.
“Este nuevo feminismo – le llaman de la 4a ola- tiene una diferencia del que se vivió en los años 70. Hoy el movimiento se expresa en las redes sociales donde es impresionante la cantidad de manifestaciones, imposible captar el cúmulo de información de demandas, de denuncias.
“Ahí está el ejemplo, en el contexto de la pandemia en México. No se percibió, algo que sorprende: la solidaridad de todas estas mujeres jóvenes, al inventarse y crearse entre sus amigas y colectivas, redes para despensas si no tenían que comer, porque muchas se quedaron sin trabajo, muchas de las jóvenes, hicieron una mercadita feminista en el metro. Y las redes de acompañamiento de aborto, ¿cómo ayudar a las mujeres que quisieran interrumpir su embarazo?, ¿cómo ayudar a las mujeres?; y mandar mensajes inventándose diversas opiniones de creatividad, para las que estaban viviendo violencia en sus hogares. ¿Cómo ayudarlas?, ¿cómo canalizarlas más allá de las instituciones?”
Obviamente el confinamiento social, que colocó a todo el mundo en una situación inédita. Pero en otros países hicieron lo mismo, incluso con más fuerza, por ejemplo, en Ecuador o en la zona del Sur, de América latina, donde hay una presencia muy fuerte de comunidades indígenas. Se acuerparon como un nuevo perfil, anticolonial, ambiental, por las desapariciones forzadas, por un nuevo sistema.
Y lo del aborto en Argentina, lo ve como “uno de nuestros triunfos, yo festejé. Su movimiento ha sido impresionante, nunca me imaginé que íbamos a tener la oportunidad de ver en vivo la discusión, en la Cámara de Diputados, con las argumentaciones, a favor y en contra”. Eso ha potencializado al movimiento por la información directa, por el acceso al debate político, a la confrontación de ideas, como se quiera valorar, pero son cosas que hay que rescatar. De ello también estarán plagadas las movilizaciones 2021.
EN MÉXICO TAMBIÉN
No es cosa menor, la jornada del 8M en 2020, “para nosotras las mexicanas fue una cosa sorpresiva. Estábamos en las calles con la sorpresa en la cara, de vernos miles, en una manifestación histórica, lo que no sucedió nunca en la historia de las mujeres en México, como la lucha por el voto y las sufragistas”. Se olvida, que entonces las mexicanas se pusieron en huelga, hacían candidaturas independientes, y reflexiona. “la memoria histórica es fundamental para que esta generación entienda que tiene todo un acervo de donde abrevar. La historia de las mujeres, si se piensa, no es parte de la historia oficial. Esa tiene un sesgo de orientación, son miradas patriarcales.
Este año –más allá del mero 8 de marzose ha planteado una huelga, donde “puedes hacer lo que quieras ese día, este mes, cualquier mujer se puede manifestar desde donde esté, en cualquier país. Si tú te quieres suscribir al llamado de la huelga y lo primero es que no quieras ir a la marcha porqué te vas a arriesgar”.
Por ejemplo, en la Ciudad de México, se está convocando a una marcha y a una huelga, las marchas son contra las violencias machistas, pero también contra la precarización laboral, acentuada con la pandemia, contra la criminalización de las protestas de las mujeres, porque estas son prácticamente nuevas, ahora las manifestaciones de las mujeres son reprimidas.
Por eso el punto clave de la huelga es, otra vez, dicen, “queremos visibilizar el trabajo que hacemos todas las mujeres en la sociedad, el trabajo de cuidados, organizar la casa, preparar la comida, cuidar a los niños, atender al marido y atender toda la atención emocional', o sea hacemos un trabajo emocional y todo eso reproduce la vida. “Se me hace el planteamiento genial de quienes hicieron esta alianza entre las polacas y argentinas, que llevó a hacer lo de la huelga, pegó. Está aquí otra vez.
Y este nuevo movimiento, en esta temporalidad de revolución mundial, de rebelión mundial ya va a cumplir 5 años. Hoy toca ser inclusivas y reconocer los procesos.
“La etapa del Feminismo institucional, que no la menciono peyorativamente, porque hay que hacer un análisis profundo. Se perdió la radicalidad”, cuestiona la idea de democracia, se mueve con respeto, con sororidad, con solidaridad, buscando fortalecer la lucha. En México “vimos en 2016 la primavera violeta que para mí fue parte de lo que fuera el MeToo. Ahora hay que reconocer que es una fuerza transformadoar. Llama a no perder esto de vista.
“Sabemos que con el trabajo que nosotros hacemos se mantienen más limpios los espacios y se puede salvar más vidas (…) es muy importante porque todas las mujeres le echamos muchas ganas, tenemos muchos compromisos para salir adelante”.
EVA MARGARITA
AFANADORA DEL HOSPITAL GENERAL DE OCCIDENTE (HCG) SECRETARÍA DE SALUD JALISCO EL OCCIDENTAL