Día del Trabajo
Al cumplirse casi año y medio de la pandemia Covid 19 y ante el devenir de la vida hay mucho para festejar, mucho para lamentar y mucho para conmemorar. Llegó el primero de mayo conocido también como Día del Trabajo, lo cual recuerda que en los verdaderos tiempos de lucha laboral la vida estaba de por medio. La historia universal consigna los abusos en las labores y en la paga de los poderos hacia los trabajadores.
Por eso se recuerda a los Mártires de Chicago, de Cananea y de Río Blanco, que por lo general son parte de los para muchos demagógicos e incumplibles “acuerdos” y “pactos” y discursos. Esto queda comprobado con los altos índices de desempleo, pobreza, abusos en muchos centros de trabajo, abulia y pereza de mucha gente que sale a buscar empleo rogando a Dios no encontrarlo. Es decir, la explotación e injusticia sigue.
La condición humana enseña que siempre habrá algunos patrones y trabajadores irresponsables, explotadores e injustos ambos, que quieren el todo por nada o por muy poco. Sin embargo no hay que perder la esperanza. Aunque se predique en el desierto hay que insistir en que mediante la armonía sindical, de la empresa y del gobierno, se logre la tan cacareada (y no cumplida a cabalidad), paz laboral. El Día Internacional del trabajo fue conmemorado y de acuerdo a la información, más fueron los lamentos y las protestas de la ciudadanía ante la difícil situación en general, que la idea de festejar.
A pesar de la situación, en Jalisco aún hay liderazgos entre los sindicalistas, la mayoría de los empresarios y el gobierno para que esa paz laboral siga como detonador del desarrollo de la entidad contando con la inversión de los empresarios, el empuje de los trabajadores y la promoción del gobierno. La mano de obra de los trabajadores de esta maltratada (por el gobierno federal) región de México es reconocida mundialmente. Afortunadamente hay personajes de la vida sindical que motivan a patrones para que apoyen la educación, la cultura y la capacitación y la actualización de la planta productiva. Una muestra es la Universidad de los Trabajadores “Francisco Silva Romero” que promueve la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (FROC CONLABOR) a Instancia de los hermanos Antonio y Joaquín Álvarez Esparza con el apoyo de diversas empresas.
Recordará usted, amable lector, que una gran lucha laboral y revolucionaria la llevaron a cabo los hermanos Flores Magón.
Estos promotores laborales y educacionales froquistas, como buenos y estudiosos egresados de la Universidad de Guadalajara, han basado su actuación en la legalidad, la justicia y la conciliación lo cual ha permitido menos desacuerdos. El reconocer a los trabajadores que han dado 30 o más años de su vida laborando y cotizando merecen la jubilación o la pensión, según sea el caso, pero también entre su gremio y su sindicato, es necesario que esos compañeros reciban una presea que simbolice y acrisole el esfuerzo. El primero de mayo pasado en Expo Guadalajara, con las medidas sanitarias, la FROC, los empresarios y representantes del gobierno de Jalisco, fueron testigos del reconocimiento sindical a trabajadoras froquistas del dulce por laborar 30 años ininterrumpidos.
Ellas son: Vilma Oliva Casillas, Mónica Casillas Medina, María Elena Pérez Velázquez y María Guadalupe Gómez Cervantes.
Durante el evento se hizo un reconocimiento al Gobernador Enrique Alfaro (que por impedimento de agenda no asistió y en representación estuvieron Marco Valerio Gollaz y Juan Enrique Ibarra Pedroza) quien, con justicia y legalidad, culminó la liquidación de la empresa Servicios y Transportes, dando a los trabajadores lo que mandata la Ley. “Esto es un botón de muestra de la sensibilidad del jefe del Ejecutivo de Jalisco y la limpieza sindical en defensa de los trabajadores”, dijo Antonio Álvarez Esparza. Ojalá y esa paz laboral continúe, sorteando los caprichos que lamentablemente no desaparecen en algunos empresarios y gobernantes que solo ven a los trabajadores como objetos y no como sujetos. Y…qué pasa?