Desplazamientos y violencia
"Yo diría que es el lugar donde anida la tristeza. Donde no se conoce la sonrisa…"
Las últimas décadas nuestro país ha estado sumido en una violencia que toca todos los niveles de la sociedad. La situación extrema en que vivimos hace que la preocupación trascienda los hechos concretos y genera un perpetuo estado de miedo e intimidación en la población.
En gran medida, el crimen organizado es el responsable de esa sensación y situación de constante peligro. Se sabe que para que estas agrupaciones tengan ese nivel de dominio, es preciso una determinada conflagración entre personajes, niveles de gobierno y hasta instituciones. Parece que no hay autoridad policial o militar que valga a la hora de procurar la defensa de las poblaciones en riesgo. Un ejemplo: los años recientes han visto cómo más de dos mil personas abandonan Zitlala y Chilapa, en Guerrero.
Los grupos delictivos no dejan de hacerse presentes. Toman territorios y lo celebran públicamente, como sucedió recientemente
El Estado
mexicano ha puesto en marcha un enano y raquítico plan para intentar proteger a los actores políticos que se sienten amenazados por este sanguinario leviatán. Un acto pírrico (tan propio de este régimen de la 4T) que poco podrá hacer para evitar la injerencia de esos grupos que buscan incrementar su señorío.
en Aguililla, donde el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación anunció triunfal la reconquista de este municipio, presentándolo como una liberación donde sólo le faltó agregar: "Éste es mi territorio, y a quien no le guste…".
Ese poderío del narcotráfico ha trascendido y comienza a ser preocupante, con todo y que su crecimiento es sutil. Mientras tanto, la estrategia no varía: "abrazos, no balazos", "atender las causas de origen" con dádivas, pensando que así se le brinda una alternativa real a los jóvenes que se ven obligados por su circunstancia a sumarse a las filas del crimen organizado. Esta paz simulada nos ha costado muchas vidas. La tristeza anida, es momento de un cambio antes de que se olvide por completo la sonrisa.