Talibanes toman el poder en Afganistán
Tras veinte años de guerra, los insurgentes culminan la reconquista; EU y aliados apuran la evacuación de sus ciudadanos y embajadas
KABUL. Los talibanes entraron a Kabul y clamaron “victoria” desde el palacio de gobierno, después que el presidente Ashraf Ghani huyó al extranjero en el epílogo de 20 años de intervención militar extranjera y una ofensiva relámpago insurgente de tres meses.
“Los talibanes ganaron”, afirmó Ghani, asegurando que dejó país para evitar un “baño de sangre”, pues “innumerables patriotas habrían sido martirizados y Kabul destruida” si se hubiera quedado.
Según el canal afgano Tolo News, Ghani estaría en Tayikistán y un triunvirato que negociará con los talibanes.
“Unidades militares del Emirato Islámico de Afganistán entraron en Kabul para garantizar la seguridad”, tuiteó el portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid. “Su avance sigue con normalidad”.
Por la noche, la televisión local difundió imágenes de combatientes afganos dentro del palacio y clamando “victoria”.
“Nuestro país ha sido liberado y los muyahidines son victoriosos en Afganistán”, dijo un militante al canal de noticias Al Jazeera desde el palacio presidencial.
En 10 días, el movimiento islamista, que comenzó una ofensiva en mayo aprovechando el inicio de la retirada de las tropas estadounidenses y extranjeras, tomó el control de casi todo el país.
Ahora, los insurgentes están a las puertas del poder, veinte años después de haber sido expulsados por una coalición liderada por Washington, a raíz de su negativa a entregar a Osama bin Laden, líder de Al Qaeda, tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
La derrota es total tanto para el gobierno como para las fuerzas de seguridad afganas, a las que Estados Unidos ha estado financiando durante veinte años con decenas de miles de millones de dólares.
Un portavoz de los insurgentes, Suhail Shaheen, declaró a la BBC que esperaban tener un traspaso pacífico del poder “en los próximos días”, que ya iniciaron las negociaciones y que pronto declararán su “emirato islámico”.
Conforme avanzaba el día, el pánico se apoderó de la capital. Las tiendas cerraron se formaron enormes atascos, miles de policías y otros miembros de las fuerzas de seguridad abandonaran sus puestos.
En los bancos la gente buscaba retirar su dinero mientras quedara tiempo. El miedo reinaba en Kabul, sobre todo entre las decenas de miles de personas que se habían refugiado en la capital.
“ESTO NO ES SAIGÓN”
Estados Unidos, en tanto, empezó la operación de evacuación hacia el aeropuerto -única vía de salida del país- de sus diplomáticos y de civiles afganos que trabajaron para Washington que puedan temer por su vida, es decir, unas 30 mil personas.
El presidente Joe Biden anunció por su parte que enviará mil militares más para ayudar a la evacuación, con lo que el contingente estadounidense se compondrá en total de 6 mil efectivos.
Tanto el Reino Unido como otros países europeos también empezaron a sacar del país a su personal diplomático. Biden defendió su decisión de poner fin a 20 años de guerra, la más larga que haya conocido Estados Unidos.
“Esto no es Saigón”, aseguró por su parte el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, a la cadena CNN, aludiendo a la caída de la capital vietnamita en 1975, un recuerdo todavía doloroso para Estados Unidos, al afirmar que ahora sí se cumplieron los objetivos de expulsar a al Qaeda y liberar al país del terrorismo.
Sin embargo, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EU, Mark Milley, admitió que los grupos terroristas podrían reorganizarse en Afganistán antes de lo que se había previsto y que la conquista talibán beneficiará a grupos como Al Qaeda.
ANTONIO GUTERRES
"Nos preocupa el futuro de las mujeres y las niñas, cuyos derechos conseguidos con esfuerzo deben ser protegidos"