Revocación de mandato, capricho
Desde hace algunos años en el país hemos avanzado en materia democrática, desde la formación del IFE hoy INE y la organización de las elecciones por parte de una institución autónoma, hasta que en 1997 el PRI pierde la mayoría en la Cámara de Diputados y se abrió un mayor dialogo entre las distintas fuerzas políticas y en el año 2000 por primera vez gana la presidencia un partido distinto al PRI, todos esos cambios han contribuido a una construcción democrática en el país, pero se ha tenido que trabajar paso a paso.
Fue a partir del año 2000 cuando gracias al Grupo Oaxaca se empezó a hablar de temas como la transparencia y el derecho de acceso a la información, que siguen vigentes hoy en México y se han ido construyendo y complementando poco a poco, por ejemplo el contar con instituciones encargadas de combatir a la corrupción, como las Fiscalías Anticorrupción o contar con un Sistema Nacional Anticorrupción se dio hasta el sexenio pasado, todo ello contribuyendo a que México consolide sus sistema democrático.
Otro de los factores clave en este desarrollo es la participación ciudadana, que también ha pasado por varias etapas en México y se ha legislado no hace mucho al respecto, hoy después del intento fallido de consulta para “enjuiciar a expresidentes” nos podemos dar cuenta que las cosas se deben hacer bien para que las y los ciudadanos participen y formen parte de estos ejercicios, es por ello que no debemos jugar con un ejercicio tan importante como es la revocación de mandato.
La revocación de mandato es la figura democrática con la que las y los ciudadanos eligen si un funcionario electo para cierto periodo continúa o no su mandato. Debemos recordar que esta figura fue legislada en 2019 y fue mediante una reforma constitucional, pero no se trabajó en la legislación secundaria, solamente en los artículos transitorios encontramos que en caso de que se solicite este proceso para el presidente actual, se debe iniciar con la recolección de firmas entre noviembre y el 15 de diciembre del 2020, es ahí donde estará el primer problema si realmente se quiere llevar a cabo el próximo año el ejercicio de revocación de mandato, se requieren cerca de 2 millones 800 mil firmas para solicitar el proceso y en caso de
La revocación de mandato según el Instituto Mexicano para la Competitividad es la figura democrática con la que las y los ciudadanos eligen si un funcionario electo para cierto periodo continúa o no su mandato.
confirmarse y que se lleve a cabo en 2022 se necesitarían 37 millones de votos para que tenga validez, es decir el 40% de la lista nominal, hay que recordar que en la consulta llevada a cabo hace unas semanas participó solamente el 7% aún con el discurso de “enjuiciar a ex presidentes”.
La democracia del país no debe ser un juego ni un capricho, mucho menos los ejercicios que la conforman y la construyen, si bien las consultas ciudadanas, la revocación de mandato, el presupuesto participativo son necesarios no se deben hacer las cosas al vapor y con la intención de abonar a la narrativa de campaña del Presidente, es decir, si vamos a hacer las cosas hay que hacerlas bien, en la semana la postura del senador Dante Delgado y la diputada Fabiola Loya de MC fue esa, y no tengo duda que esa será la postura que tendré a partir del 1 de Septiembre en la Cámara de Diputados, será a la próxima legislatura a la que nos toqué trabajar en la materia y legislar para que el ejercicio de revocación de mandato sea realizado de la mejor manera, siempre con el respaldo y la garantía del INE, pero es cierto que se requieren bases sólidas y eso lo trabajaremos desde el Congreso, porque la revocación de mandato y la participación ciudadana no debe ser un capricho sino un compromiso con la democracia.