“No dormíamos por miedo a otra balacera”
Habitantes que huyeron de Ermita de los Correa narran la violencia por la que dejaron sus hogares
ZACATECAS. “Han desaparecido mujeres y hombres de la comunidad, no sabemos dónde están. Hay carros baleados y quemados, así como viviendas”, dijeron habitantes de la comunidad Ermita de los Correa, que abandonaron sus hogares ante los embates de grupos del crimen organizado. Son alrededor de mil 500 personas las desplazadas de 13 comunidades del municipio de Jerez, Zacatecas.
El presidente municipal Antonio Aceves reconoció que el problema de la violencia tiene al menos un año y que las autoridades estatales y federales ya tenían conocimiento de la situación, por lo que pidió ayuda para permitir a las familias desplazadas regresar a sus hogares.
“No dormíamos por temor a qué hora será la siguiente balacera, aún hay familias en la comunidad, principalmente adultos mayores, quienes no quieren irse de sus casas”, comenta una persona desplazada que pidió no revelar su identidad ante el temor de represalias.
Los desplazados externaron que desde hace cinco días huyeron a la ciudad buscando un refugio debido a las balaceras y secuestros que se viven en la comunidad. “Hemos salido sin ropa, sin papeles, absolutamente nada más que con nuestros hijos y familia, se han quedado animales, cosechas… todo”.
Manifestaron que los elementos de corporaciones policíacas únicamente hacen rondines de vez en cuando.
Por su parte, el alcalde señaló que el municipio sólo cuenta con 45 elementos de seguridad, por lo que pidió que se instale una base de la Policía Estatal en Jerez.
De acuerdo con los testimonios de las víctimas, las escuelas tuvieron que cerrar por las balaceras. La doctora de la clínica ya no quiso asistir a su trabajo y el párroco de la localidad tampoco se encuentra en Jerez.
El edil del municipio dijo que solicitó una reunión con Arturo López, secretario de Seguridad Pública de Zacatecas, y el coronel del 51 Batallón del Ejército para que escuchen la situación de las familias, ya que “la gente exige regresar a sus casas; no quiere una ayuda temporal”.
El DIF habilitó un albergue en el que hay 12 camas, cocina, regaderas y espacio recreativo para niños. Hasta ayer, ocho personas habían solicitado refugiarse allí.