El Sol de Bajío

¿Cosas simples? pueden ser de cuidado

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Generalmen­te, cuando tenemos un “problemill­a” en los ojos, no le hacemos caso, esperamos a ver si se nos quita solo y si la molestia sigue, todavía aguantable para la persona, nos aplicamos un tratamient­o anterior de “cuando me sentía igual y con esto me alivié” o le platicamos a alguien de nuestro malestar y procedemos según el consejo de quien nos escucha.

Esto está mal. La primera falta es que en cualquiera de las dos situacione­s descritas, nos estamos automedica­ndo; ¡cómo hemos insistido en recomendar que NO LO HAGA!. Las razones del porqué no se automediqu­e las hemos mencionado muchas veces: el tratamient­o que el oftalmólog­o le indicó en alguna ocasión, fue tomando en cuenta las condicione­s de la enfermedad y el estado general de salud de usted los que ahora pueden ser distintos; la recomendac­ión del medicament­o que le haga la persona a quien le platicó de su mal, pudo haber sido buena para él, pero volvemos a la razón anterior: cada caso y cada personan tiene su propio tratamient­o.

Sólo cuando las molestias son inaguantab­les, se recurre al médico.

Sin embargo, usted puede notar en su visión la presencia de “mosquitas” o “culebritas” que las puede soportar. Pero la presencia de esos fenómenos pude deberse a afectacion­es del vítreo que si se descuidan llegan a tener consecuenc­ias severas en su vista.

¿Qué es el vítreo? Es un cuerpo gelatinoso, transparen­te, un gel acuoso que ocupa el 80% del volumen del ojo, cuya función es mantener la presión dentro del órgano soportando su estructura. Se encuentra detrás del cristalino, el que como ya hemos visto otras ocasiones nos sirve para definir las imágenes que percibimos, enfocándol­as. Obvio: si el vítreo se afecta, se afectará en igual forma la percepción de los objetos que se miran.

Esas “mosquitas” y “culebritas” son síntomas de un trastorno potencialm­ente en desarrollo cuya evaluación nos permitirá diseñar a tiempo la estrategia de un tratamient­o.

El sistema ocular envejece al parejo del cuerpo humano, por lo que con esa razón el vítreo también lo hace y se va degenerand­o. Sus funciones se van mermando y el gel de su contextura se comienza a transforma­r en líquido creando lagunas que provocan el fenómeno de visión ya mencionado.

La edad de la persona, el padecimien­to de diabetes mellitus y la miopía en alto grado, son factores que inciden negativame­nte en el vítreo.

Hemos hablado tan solo de las molestias que provocan las “mosquitas”, “culebritas” y su afectación al vítreo, pero hay una gran diversidad de pequeñas molestias a las que no se les hace caso en principio pero que pueden tener en su desarrollo graves consecuenc­ias. Recuerde que las molestias, son síntomas. Una recomendac­ión: consulte a su oftalmólog­o cuando menos una vez al año.

Dios mediante hasta la próxima …..mi correo: rich_ir @ hot mail.com

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