Abrigaron los corazones de los celayenses
Lograron recaudar 50 cobijas y tres bolsas grandes llenas de chamarras y suéteres que entregaron a la gente
Durante diciembre y enero el grupo de “Corredores Clandestinos” llevó a cabo la campaña “Abrigando Corazones”, a través de la cual lograron recaudar 50 cobijas y tres bolsas grandes llenas de chamarras y suéteres que entregaron a las personas más vulnerables y que se encuentran en las calles de la ciudad.
Héctor Ramírez, integrante del grupo “Corredores Clandestinos”, explicó que en diciembre lanzaron la convocatoria de recolección de cobijas y prendas abrigadoras nuevas o en buen estado con la comunidad de corredores. Al comenzar enero, comenzaron la entrega de todas ellas.
“Fuimos con la familia recorriendo las calles para ver qué personas necesitaban alguna cobija o prenda para dejárselas. Fuimos debajo de los puentes que se encuentran en Avenida Constituyentes o en la Central de Autobuses, porque ya hemos
Esperan este proyecto siga creciendo y dure muchos años más con el fin de ayudar cada vez a más personas
identificado a algunas personas, recorremos el bulevar Adolfo López Mateos hasta llegar al Jardín principal.
“En el Jardín hemos encontrado a personas vulnerables que se meten adentro de los cajeros del banco, la oficina de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para resguardarse del frío, entre otras zonas. Por último y si nos sobran prendas, hacemos un recorrido nuevamente por el bulevar, pasamos afuera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Hospital General de Celaya”, expuso.
También platicó que la iniciativa surgió al ver sin un abrigo a las personas que viven en la calle y que se resguardan bajo una caja de cartón o una oficina. Al haberse creado la agrupación de corredores con fines altruistas, fue que se decidió realizar esta campaña los meses más fríos para que los más vulnerables cuenten con una cobija y un abrigo para pasar las noches.
Por tal motivo, Héctor dijo que esperan que este proyecto siga creciendo y siga durando muchos años más, ya que, además de que se ayuda al prójimo, la persona que dona algo se llena de satisfacción a tal punto que desea seguir apoyando e incluso alienta a otros a seguir viendo por el bienestar de los demás.