“Hitchcock más allá del suspenso” llega a la Cineteca Nacional
Del 13 de septiembre al 13 de enero, la Cineteca Nacional acogerá la exposición Hitchcock más allá del suspenso, que aborda la relación del cineasta con otras artes, su trabajo con actores y las innovaciones técnicas de su cine.
En la inauguración de la muestra, en la Galería de la Cineteca, se informó que la curaduría, a cargo de Pablo Llorca, está enfocada en la influencia multifacética del cineasta británico y podrá visitarse de martes a domingo de las 11:00 a las 21:00 horas.
En charla con los medios, Llorca, profesor de Historia del Cine y de Historia de la Fotografía en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, indicó que la premisa de la exhibición era mostrar a Hitchcock como generador y creador de imágenes, porque es una de las figuras más prestigiosas de su época, en los años 40.
“En la muestra podrán apreciar su capacidad para enganchar con el público, incluso de épocas posteriores a la de él. De hecho, sus películas se siguen exhibiendo y muchas generaciones jóvenes las siguen apreciando actualmente”, expuso Llorca. Alfred Hitchcock,
A decir del también cineasta, Hitchcock es uno de los pocos autores que pudo compaginar el cine de autor con el comercial, y trabajó con los actores más famosos de su época.
“Era un director muy vinculado a su tiempo. Se dejó influir por su época, tenía ojos y oídos muy abiertos, y podemos decir que él también influyó en su época”, agregó visiblemente emocionado.
En su oportunidad, Laura Fernández, representante de Espacio Fundación Telefónica Madrid, expresó su satisfacción por presentar en este espacio la exposición de Hitchcock, que ya ha sido exhibida en Madrid y San Sebastián.
De acuerdo con Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, Hitchcock más allá del suspenso resulta ser la exposición más fuerte que presentan en este 2018.
“Está pensada hasta enero próximo; sin embargo, siempre habrá la posibilidad de ampliar su periodo de exhibición con la demanda de los espectadores”, anotó.
Paralelo a esta muestra, organizada en cinco bloques temáticos, se proyectará una retrospectiva del autor, la cual estará integrada por 35 de sus títulos, todos pertenecientes a la etapa sonora del realizador, los cuales han sido restaurados en 2K y 4K.
De igual manera se desarrollarán charlas en las que se analizará su obra desde perspectivas únicas. Las sedes serán la Cineteca Nacional, el Centro Cultural España en México y la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.
Aunque sostuvo que no habrá un catálogo de la muestra, Pelayo adelantó que en fecha próxima tendrán disponible en la Cineteca la reedición del libro de Guillermo del Toro sobre Hitchcock, el cual incluirá nuevos textos. casi medio siglo de conmemorarse el Movimiento Estudiantil de 1968, el cineasta Jorge Fons recuerda cuando, de manera clandestina y con bajos recursos, filmó “Rojo amanecer”, a propósito de su proyección en versión restaurada.
“En 1968 hice una comedia mientras estaba involucrado en el movimiento estudiantil, pues todavía impartía clases en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) y ya nos habíamos cambiado de lugar, estábamos en una casita de Insurgentes”, contó.
“Ahí había varios compañeros que fungían como nuestros enlaces con el La gráfica
Comité de Huelga, ellos nos tenían informados”, añadió el afamado director, quien recibió la Medalla Cátedra Ingmar Bergman de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por su trayectoria en cine y teatro.
Narró que previo a lo ocurrido el 2 de octubre en Tlatelolco y en el momento que se desarrollaba, el fallecido director de cine Leobardo López Arretche registraba los hechos a través de una cámara para plasmarlos poco después en el documental “El grito” (1968).
En aquel tiempo, dijo, todos querían dar a conocer aquello de lo que habían sido testigo, pero no sabían cómo hacerlo y tampoco existía libertad absoluta. De ahí que “Rojo amanecer” se filmó en 1989, más de dos décadas después de los acontecimientos.
“Todo el mundo quería decir algo acerca de esa matanza, de esa locura: escritores, cineastas y teatreros, pero no sabíamos qué hacer. Hubo algunos intentos, pero tampoco se daban las condiciones porque había represión, censura”.