Universidad y ciudadanía
“La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy”.- Malcolm X
En esta nueva entrega de
“Universidad y ciudadanía” hablaremos sobre la importancia de la innovación y el emprendimiento como factores de vinculación social que pueden y deben ser potenciados desde los centros de estudios superiores.
“Sin innovar y sin emprender, definitivamente, no es posible concebir a las Universidades del presente y mucho menos a las del futuro. Las Universidades están unidas de forma indisoluble al porvenir que marca la creatividad por sí misma. Una creatividad, desde luego, traducida en hechos reales y tangibles.
El emprendimiento y la cultura de la innovación son aspectos consustanciales a las Universidades del primer mundo. Los profesionistas en la era de la globalización requieren de destrezas, habilidades y competencias que vayan más allá de la licenciatura o ingeniería que hayan elegido, entre las cuales se encuentran definitivamente la capacidad innovadora y la posibilidad de abrir una empresa, incluso fuera de los esquemas tradicionales a los que estamos acostumbrados.
Pero hablemos primero de lo que representan los temas objeto de este análisis desde una perspectiva general. En América Latina, como ha señalado Andrés Oppenheimer, la región simplemente falla rotundamente cuando se habla de innovación, pues el Índice Global de la Innovación 2017, el cual evalúa a 130 países a lo largo y ancho del orbe, refiere que los países africanos, de Europa del Este y del Sudeste de Asia avanzan más rápidamente que Latinoamérica al momento de producir bienes y servicios cuya consecuencia sea una sola: crecer más, pero crecer mejor.
Por eso es que México y Durango deben apostarle de manera convencida tanto al emprendimiento como a la innovación. Las marcas, patentes y modelos industriales tendrían que ser una prioridad en cualquier política pública encaminada al sector económico que se precie de serlo, propiciando un sistema meritocrático que premie las buenas ideas que repercutan efectivamente, en buenos modelos de negocio, los cuales impacten de modo positivo en lo público, lo privado y lo social. Ello no puede pasar desapercibido en ningún momento.
En la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) se cuenta con un Centro de Negocios inaugurado de forma reciente, el cual puede y debe convertirse en un detonante para la generación de empleo en áreas muy específicas distintas a los sectores tradicionales con la finalidad, precisamente, de innovar en temáticas particulares, complejas y muy específicas que contribuyan al avance y al progreso social.
Precisó de una inversión total de 5 millones 538 mil 500 pesos, para que las llamadas PYMES (pequeñas y medianas empresas), a través del propio Centro, aporten a la economía de nuestra entidad federativa, teniendo en consideración que las carreras con mayor demanda se encuentran cada vez más saturadas, necesitando así plantear otro tipo de escenarios para que los jóvenes sean sus propios empleadores.
Es fundamental señalar que dicho centro de negocios contará con una extensión en La Laguna, lo cual demuestra y reitera el compromiso de la administración central con aquel sector tan relevante de nuestra Universidad. La Laguna siempre ha sido un área propicia para las empresas, muchas de ellas de gran calado, por lo que contar con la presencia marcada del emprendimiento por allá redundará en múltiples beneficios para la comunidad universitaria y, desde luego, para la sociedad duranguense e incluso de nuestro estado hermano y vecino de Coahuila.
Y es que la vinculación de las Universidades con el sector privado y el empresariado tiene que darse de forma necesaria ante los desafíos que plantea el presente, pero siempre con sentido de futuro, tal y como se decía al inicio del presente texto. La creación de proyectos estratégicos debe ir de la mano con Universidades socialmente responsables que sean motores de propulsión para el involucramiento directo del alumnado con el mercado laboral como tal.
Como reflexión final, resulta imperativo señalar que, ante la crisis presupuestaria en la que viven muchas Universidades, sobre todo públicas, la innovación y el emprendimiento son un par de factores que, bien encaminados, pueden ayudar a salir paulatinamente de ese estado crítico a los centros forjadores del pensamiento crítico y el quehacer efectivo en el momento actual. Es un proceso en el que, desde luego, todos los intervinientes universitarios tendrían que involucrarse.
*El autor es rector encargado del despacho de la UJED. Su opinión es estrictamente personal y no representa necesariamente la postura institucional de la Universidad.
México y Durango deben apostarle de manera convencida tanto al emprendimiento como a la innovación.