El Sol de Durango

En Irapuato existen más de 100 basureros clandestin­os

- KARLA AGUILERA El Sol de Irapuato

IRAPUATO, Gto.- Irapuato tiene más de 100 basureros clandestin­os en las zona urbana y rural, donde las personas suelen aprovechar los terrenos deshabitad­os y hasta esquinas para tirar toda clase de artículos que ya no necesitan, desde muebles, cadáveres de animales exóticos, cráneos humanos con fines educativos y hasta juguetes sexuales.

El encargado del área de Aseo y Limpia, Jorge Medina Mendiola, contó que en los basureros clandestin­os se encuentra lo que uno no se imagina, principalm­ente en aquellos lugares hay grandes cantidades de escombros, maleza e insectos, pero también basura, mucha basura que no sólo son plásticos de cualquier contenido, cartón, vidrios y madera, sino que también desperdici­os que en la mayoría de las ocasiones son “el tesoro de otros”.

CRÁNEOS Y ANIMALES EN ESTADO DE PUTREFACCI­ÓN

La mayoría de los basureros clandestin­os no superan la tonelada de basura, a menos que se encuentren con el cadáver de un toro cebú de hasta 700 kilogramos, pues Jorge Medina contó que en una ocasión se encontraro­n con uno que les costó trabajo y equipo para poder levantarlo, entre el olor a basura, a animal muerto, las moscas y el calor, usaron maquinaria pesada y realizaron varias maniobras para finalmente recogerlo del lugar.

En otra ocasión los trabajado- res acudieron a atender un reporte de un gran animal que apestaba en un terreno infestado de basura, se llevaron la sorpresa de una vaca muerta con todo y su cría en el interior, inflada a punto de explotar, apestosa y llena de moscas por el estado de putrefacci­ón.

“No es muy común que la gente tire grandes animales muertos, pero cuando lo hacen, se pasan, aquella vez de la vaca y su cría fue muy triste y complicado, porque estaba en estado de putrefacci­ón y tuvimos que levantarla con mucho cuidado para que no explotara”.

Pero también suelen encontrar cadáveres de animales pequeños y hasta exóticos, como tortugas grandes y serpientes, donde desconocen si las personas las abandonaro­n ya muertas o éstas escaparon y murieron en el lugar; estos son algunas de las situacione­s con las que los trabajador­es de Aseo y Limpia se enfrentan.

LA BASURA DE UNOS ES “EL TESORO DE OTROS”

En la mayoría de los basureros clandestin­os no pueden faltar las comunes tazas de baño que las familias ya no quieren, y como no saben cómo deshacerse de ellas, van y las abandonan en cualquier terreno.

También los sillones y electrodom­ésticos, y es que en una ocasión en un basurero clandestin­o estaban casi todos los artículos del hogar, sillones, un refrigerad­or, un horno de microondas y hasta neumáticos y colchones, todos ya inservible­s, pero muchas veces esta clase de artículos suelen ser “el tesoro de otros”.

El encargado de Aseo y Limpia dijo que muchas de las personas que se encargan de recoger la basura y artículos que la gente tira, suelen darles una “segunda vida” e incluso las casas de empeño aceptan los productos, siempre y cuando funcionen.

Así como las partes descompues­tas de automóvile­s y bicicletas, que demasiada gente deja en los basureros, y pueden malbaratar­se en algún otro lado.

Entre la basura también han encontrado juguetes, pero no sólo infantiles como muñecas y carritos, sino que también sexuales que los adultos suelen tirar, además cajas con medicina vencida.

Jorge Medina aseguró que no es muy frecuente que las personas tiren libros, pues afortunada­mente los dejan afuera de sus domicilios cuando se quieren deshacer de estos, pero recordó que una vez la lluvia deshizo algunos libros y los dejó inservible­s, por ello, los trabajador­es los llevan a sus casas e incluso los intercambi­an y regalan.

“En una ocasión me regalaron “El Anticristo” de Friedrich Nietzsche, que alguien había tirado, entonces son cosas que tienen doble valor”.

CADÁVERES Y ARMAS

En algunos casos los trabajador­es y pepenadore­s se exponen al peligro, pues también las personas suelen tirar armas punzocorta­ntes y en una ocasión encontraro­n una granada de fragmentac­ión y tuvieron que avisar a la policía.

En varias

ocasiones encuentran caparazone­s grandes de tortugas, cadáveres de cadáveres de animales, muebles, etc

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/RICARDO SÁNCHEZ Algunas personas les dan una “segunda vida” a los artículos, que incluso las casas de empeño los aceptan, siempre y cuando funcionen

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