Ahogan los gritos de "olé" en Perú
que tienen cuadras de caballos, los que transportan el ganado, indica, tras mostrar en el patio de su casa su destreza con la capa y el estoque.
En el predio 'Camponuevo' de Rafael Puga, situado a 140 kilómetros al noreste de Lima, hay 140 "vacas madres" y unos 400 toros de lidia. También hay una pequeña plaza que sirve para que practiquen los toreros novicios.
“Los ganaderos estamos obligados hoy en día a vivir de otros negocios. Algunos inclusive de mandar al ganado al matadero, o sea, reducir la ganadería a su mínima expresión y bajar los costos”, dice el criador de 72 años.
"BUENA NOTICIA"
Como contrapartida, en Perú hay gente que está feliz con la cancelación de la temporada taurina. Son los animalistas.
"Es una buena noticia. No hay razón para que se realice la feria taurina", dice Luis Berrospi, que impulsa la cruzada 'Acho sin Toros' y la prohibición de las peleas de gallos, que también tienen miles de fanáticos en Perú.
En febrero, el Tribunal Constitucional rechazó proscribir las corridas de toros y peleas de gallos, como pedían cinco mil 286 ciudadanos en una demanda colectiva para eliminar el maltrato animal.
"No existe una 'Declaración Universal de los Derechos de los Animales'”, dijo el Tribunal al justificar su fallo inapelable.
DESDE 1766
Perú tiene 199 plazas de toros, según cifras oficiales, muy por encima de sus 80 estadios de fútbol.
La plaza de Acho, en el populoso distrito de Rímac, es de las más antiguas del mundo (1766), y acoge desde 1946 a la Feria del Señor de los Milagros, que hasta ahora nunca se había suspendido.
Los portales taurinos afirman que los peruanos que pagan para ver corridas duplican a quienes acuden al futbol.
El precio de las entradas en Acho supera también a las del Estadio Nacional: un abono para los cinco domingos de la feria costó hasta mil 600 dólares en 2019.
En cambio, valía mil 200 dólares el abono más caro para los nueve partidos de la selección de Perú en el clasificatorio al Mundial de Catar 2022, que comenzó a jugarse sin público por la pandemia.