Se aproxima una sequía severa
Con el escenario de una sequía prolongada, los pronósticos para el campo duranguense no son halagüeños, sobre todo por la ausencia de recursos extraordinariosque disminuyan los efectos negativos que ocasiona la escasez de precipitaciones pluviales, y que es reflejo de la falta de coordinación entre dependencias de los tres órdenes de gobierno.
Aunado a esa “omisión” gubernamental, generada por el desconocimiento y hasta desinterés de funcionarios federales, está la nula representatividad de los hombres y mujeres del campo, por las otrora combativas organizaciones sociales de productores rurales, que han abandonado la lucha por mejorar las condiciones del tan golpeado sector.
Desde finales del 2022, se empezó a llamar la atención de los entes gubernamentales, sobre el panorama complejo que se avecinaba para los sectores primarios de la economía, por los augurios de insuficiencia de lluvias durante los primeros seis meses de este año, lo que sumado al último bimestre “seco” del pasado período, traerían consecuencias desastrosas para las actividades agrícola, ganadera y forestal.
El secretario de Agricultura Federal, por instrucciones presidenciales, se apersonó en Durango, allá por el cuarto bimestre del año pasado, solamente para darle “atole con el dedo” a los campesinos locales, al anunciar supuestamente la inversión de 35 millones de pesos para la siembra de suplemento alimenticio, recursos que no lo dijo, ya eran parte del presupuesto del Programa de Concurrencia.
El titular del ejecutivo estatal se ha dado a la tarea de distribuir semilla de avena, maíz y sorgo forrajero, que son parte del alimento que se da al ganado durante la temporada de estiaje, en que los agostaderos prácticamente desaparecen.
Los integrantes del Cabildo en Durango capital, autorizaron 10 millones de pesos para atender el medio rural, con el fin de paliar la sequía que ya golpea al hato ganadero, así como a la actividad forestal donde ya se han registrado más de 30 incendios que han afectado superficie de arbolado adulto y renovado.
Los productores agrícolas están a la espera de humedad para iniciar la preparación de sus tierras de temporal, donde habrán de sembrar frijol y maíz. Pero desde ahora hay escepticismo sobre los rendimientos a obtener por los desalentadores pronósticos meteorológicos, que prevén lluvias hasta finales de junio o inicios de julio, lo cual ya sería algo tarde.
Un dato positivo, pero que no debe generar exceso de confianza para quienes producen tierras de riego, son el promedio de almacenamiento de las presas, que están por arriba del 50 por ciento, según el reporte que emite la Conagua.
En el Valle del Guadiana, el nivel de llenado de la presa Guadalupe Victoria registra 74.18 millones de metros cúbicos; Bayacora anda cerca de los 100 millones de m3; Peña del Águila, 22.8. Por el municipio de Indé, la Lázaro Cárdenas 2 285.3 m3, mientras la Francisco Zarco 212.1. La San Gabriel 237.7 y la Caboraca, en Canatlán, 41.6.
Durango es parte de los estados de la región noroeste que presentan señales de una sequía severa a extrema. Y ni aún con este reporte de la Comisión Nacional del Agua, el gobierno federal ha mostrado interés de enviar recursos extraordinarios que aminoren las consecuencias negativas, como son la mortandad de ganado, el devastamiento de la zona forestal, y producción escasa de granos básicos como el maíz y frijol.
Hacen falta las voces de los campesinos para exigir recursos extraordinarios que prevengan siniestros.