MAXIMA LEYENDA DE ALEMANIA
EL DESTINO LO LLEVÓ AL BAYERN MÚNICH CUANDO ESTUVO A PUNTO DE JUGAR PARA EL 1860 MÚNICH, CON SÓLO 13 AÑOS DE EDAD
erlín, Alemania.- El nombre de Franz Beckenbauer estará irremediablemente ligado a los éxitos y a la historia del Bayern Múnich y del futbol alemán, que marcó como jugador, técnico y directivo.
Beckenbauer creció en el barrio muniqués de Giesing y empezó a jugar con los infantiles del SC 1906 Múnich. En esa época, el primer equipo de la capital bávara era el 1860 Múnich, con el que estuvo a punto de fichar a los 13 años.
Sin embargo, un episodio que se ha hecho célebre terminó por llevarlo al Bayern Múnich. Gerhard König, jugador de las categorías inferiores del Múnich 1860, lo abofeteó en un partido y Beckenbauer decidió que nunca jugaría en ese equipo.
Con la llegada de Beckenbauer al Bayern Múnich su ascenso como jugador y el ascenso del club hasta las más altas cumbres de Europa se entremezclan como si fueran sólo una historia.
En 1965, el Bayern Múnich ascendió a la Primera División, con Beckenbauer, Sepp Maier y Gerd Müller.
En 1966 ganó la Copa de Alemania con el Bayern Múnich y fue subcampeón mundial con la selección alemana. En ese momento ya era un ídolo sin que hubiesen llegado todavía los éxitos más grandes de su carrera profesional.
Mientras tanto, el Bayern Múnich, que hasta esa fecha sólo tenía un título, el de campeón alemán en 1932, se hizo grande. En 1967 ganó la Recopa, que fue su primer título continental.
En 1969 Beckenbauer ganó su primera Liga alemana con el Bayern Múnich, que entre 1972 y 1974 se convirtió en el primer equipo en ganar tres temporadas seguidas la Bundesliga; y entre 1974 y 1976 logró tres veces consecutivas la Copa de Europa.
En 1972 Alemania alzó la Eurocopa, con Beckenbauer como capitán que también ganaría el Balón de Oro, que repetiría cuatro años después.
En 1974, en Múnich, Alemania levantó la Copa del Mundo después de derrotar 2-1 a Países Bajos, que contaba con Johan Cruyff y que era favorita.
En 1976 se vio inmerso en el centro de un escándalo mediático después de que la realización de una revisión detectara que había ocultado al fisco ingresos por valor de 900 mil euros actuales.
BLa marcha hacia el Cosmos de Estados Unidos, en 1977, pudo haber tenido que ver en parte con el escándalo de evasión fiscal y en parte con la separación de su primera esposa.
Entre 1977 y 1980 Franz Beckenbauer ganó con el Cosmos de Nueva York tres Ligas estadounidenses.
En 1980, tras verlo en un amistoso, Günter Netzer, quien era directivo del Hamburgo, lo convenció para regresar a Alemania y fichar por el club.
En 1982 ganó su último título en Bundesliga, esta vez con el Hamburgo.
En la Eurocopa de Francia 1984, la selección alemana, tras la derrota frente a la
España, cayó eliminada por primera vez en su historia en la fase previa, lo que representó el final de la era del seleccionador Jupp Derwall
“Sólo Franz Beckenbauerpuede arreglar esto", tituló el diario Bild en su primera página, lo que fue el comienzo de una campaña mediática.
Su carrera como seleccionador terminó con el título mundial en Italia en 1990. Tras la final, mientras los jugadores celebraban ante la tribuna, Beckenbauer empezó a pasearse sólo por el campo con la medalla colgada al cuello.
Tras el Mundial 1990 Beckenbauer tuvo algunas experiencias como técnico. Primero en el Marsella y luego, en dos ocasiones, en el Bayern Múnich, cuando asumió como interino en 1993, para relevar a Erich Ribeck; y en 1996, como sustituto de Otto Rehhagel.
En 1991 se proclamó campeón alemán y dijo que ya no le hacía falta ganar nada más. En 1996 ganó la Copa de la UEFA, aunque, tras dirigir al equipo sólo en la final a la que había llegado con Rehagel, dijo que él no había tenido nada que ver con eso, cuando los jugadores le pedían que tomara el trofeo.
Sin embargo, en ese momento, Beckenbauer ya se había convertido ante todo en vicepresidente y luego presidente del Bayern Múnich.
Su siguiente gran proyecto fue llevar el Mundial a Alemania en el 2006, y se puso al frente de la candidatura que terminó por imponerse.
Después empezaron las sospechas de que el Mundial no se había conseguido sólo con el carisma de Beckenbauer. Se detectaron flujos de dinero que fueron a parar a cuentas de Mohamed Bin Haman y de otros funcionarios.
Además, la idea de que Beckenbauer había trabajado sin remuneración por la candidatura alemana se puso en duda. En esos años recibió dinero que, aunque él asegura que fueron honorarios por publicidad, tuvieron que ver con el Mundial.
Después vino la muerte de su hijo Steffan, varias enfermedades que le impidieron declarar en el proceso que se seguía en su contra en Suiza y que al final terminó cerrándose por prescripción de los cargos.