2024, tiempo de las mujeres
Iniciar un año significa esperanza, es una ventana hacia el futuro, llena de posibilidades, por lo que es un momento para reflexionar sobre nuestro proyecto de vida, nos permite renovar y plantearnos nuevos retos.
Durante el año experimentamos vivencias mismas que al comenzar otro, podemos ponderarlas, de tal manera que sean la base para renovar propósitos que por algún motivo dejamos de lado o no llenaron nuestras expectativas, además de reconocer nuestros talentos, virtudes propias que son capaces de provocar cambios de impacto positivo en la sociedad, y sirve de inspiración para aquellos que se mueven en nuestro alrededor.
De esta manera, el 2024 representa un nuevo periodo que se caracteriza por ser un año de urnas y armas por las elecciones que se llevarán a cabo en 76 países, con lo que se pondrá a prueba el sistema democrático en un ambiente de múltiples conflictos, porque sin duda, hay elecciones que pueden definir guerras, como las consecuencias políticas de la brutal ofensiva israelí en Gaza o el estancamiento del frente de guerra ucraniano que en una gran parte dependen de la carrera presidencial en Estados Unidos, debido a las grietas en la unidad transatlántica y cada vez más acusaciones de deslealtades en las naciones de Occidente.
En nuestro país, por primera vez en la historia, será una mujer quien ocupe la Presidencia de la República, donde el marco de las elecciones de 2024 representa un avance en la participación política de las mujeres, con creciente presencia en el espacio público y en los cargos de toma de decisión.
Hoy existe paridad en el Congreso de la Unión y mujeres lideran instituciones clave como la Suprema Corte de Justicia, el INAI y el INE, también hay nueve gobernadoras y todo apunta a que la futura presidenta será una mujer, de acuerdo a los sondeos que marcan las empresas encuestadoras, al ser las precandidatas de las dos principales coaliciones políticas que disputarán el poder en la jornada electoral del domingo 2 de junio.
Tratándose de un país caracterizado por el machismo, es un indudable paso adelante logrado gracias a un movimiento feminista que muestra un empuje nunca visto. Xóchitl Gálvez de origen indígena, por la coalición opositora y Claudia Sheinbaum, la candidata de la izquierda.
Claudia señala la necesidad de continuar con el proyecto de la Cuarta Transformación, con mayor bienestar para este sector con proyectos productivos, mientras que Xóchitl promueve un decálogo en defensa de las mujeres, entre cuyos objetivos se encuentra la recuperación de las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo, así como garantizar la igualdad salarial entre mujeres y hombres.
Las mujeres se han alzado con fuerza en todo el ámbito público tras el desgaste de los líderes de los partidos tradicionales por años de corrupción y han impulsado acciones que las protegen de los muchos abusos que todavía se cometen contra la igualdad, considerando que no debe normalizarse la violencia de género.
Es en esta parte, que la sociedad también necesita del trabajo de las autoridades, de un mayor compromiso y de mayor conciencia para velar por un Estado de Derecho que quede libre de la corrupción, de la impunidad y en el que impere la seguridad y la protección en todo el territorio nacional.
Con el foco puesto en la mujer como impulsora y eje central de los grandes cambios, es momento para revisar los recursos con los que contamos, no sólo monetarios, sino familiares, de amistad y sociales para emprender con bríos el camino que nos lleve al futuro que queremos.
Se han alzado en todo el ámbito público tras el desgaste de los líderes de los partidos tradicionales por años de corrupción
Tratándose de un país caracterizado por el machismo, es un indudable el paso adelante logrado gracias a un movimiento feminista que muestra gran empuje