El Sol de Durango

Tiempo de Colosio

Se extinguía

- LA PLUMA DE MIGUEL REYES RAZO

noviembre de 1993 y se impacienta­ban los priistas. “Cuando, a qué hora se revelaría el nombre de su candidato a la Presidenci­a de la República?” Prevalecía­n los perfiles de dos destacados políticos. Jóvenes y preparados como el propio presidente Carlos Salinas: Manuel Camacho Solís —regente del Departamen­to del Distrito Federal— y el vigoroso exdiputado, exsenador, expresiden­te del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y secretario de Desarrollo Social. Camacho amigo desde la Facultad de Economía de la UNAM. Colosio, su colaborado­r —quizás su hechura— en el servicio público.

Noviembre de 1993. Hierve el PRI. Domingo. Se estremecen las redaccione­s. Nada de día apacible; de descanso. “Colosio...” “¡Que es Luis Donaldo Colosio!” “¡Ganó Colosio...!” Telefonazo­s apresurado­s. Órdenes terminante­s: “Vete al partido... Búscalo en su casa de San Ángel... Habla con Ramiro Pineda, su jefe de prensa... ¿A qué hora lo harán oficial? ... Que Román González vaya a calles, mercados e iglesias a ver qué dice la gente... Muévanse —ordenó Regino Díaz Redondo: Excélsior tendrá edición a las once de la mañana...

“Destape”. La noticia del sexenio. Embrión de futuros. Cimiento de carreras. Afianzamie­nto del porvenir. Y también desencanto y reproche: “Te lo dije. Acuérdate. Estaba “cantadito”; muy claro. Igual que el “Viejo” Ruiz Cortines, Carlos Salinas nos engañó con la verdad”. Repasa como lo llevó de la mano. Salinas “lo placeó”. Él lo impulsó a la diputación federal en la LIII Legislatur­a. La de Eliseo Mendoza Berrueto. Salinas lo hizo Senador por su Sonora querida. Tú lo viviste. Tienes muy fresco el día que Salinas —candidato— llegó con Colosio a Magdalena de Kino. Cuenta

“De Cananea salimos por carretera hacia Magdalena de Kino, la tierra de Luis Donaldo Colosio. Pasaba del mediodía. Desde Cananea, el magnate Claudio X. González —consejero de Carlos Salinas— habló por teléfono con una de sus hijas . “Estudia en Suiza”, contó el productor de Cuadernos Scribe.

Salinas, Colosio y todo el PRI ocuparon una amplia camioneta pick-up. Colosio y Salinas se recargaron sobre el techo del transporte. Yo me acerqué platicamos.

¿Cuántos años de amistad? —indagué. Carlos Salinas se puso a echar cuentas: ¿Ya diez; Donaldo? —tanteó Mirada viva, respuesta pronta, tez enrojecida, Luis Donaldo asintió. Su gesto me impresionó. Actitud de “niño aplicado”. De alumno brillante. Discípulo extraordin­ariamente informado. El estudiante aventajado e insuperabl­e. Predilecto que goza —sin fatuidad— su éxito. Así Colosio esa tarde de campaña de Salinas de Gortari...

“Sí, Miguelazo —intervino Carlos Salinas—. Acuérdate yo traía “patillas”. ¡Era el tiempo del “patillas”!

Sí —repuse. De don José López Portillo... Yo traía anteojos y un bigote muy lacio —completó el doctor Salinas de Gortari.

“Fijate que es muy bonito llegar a Magdalena de Kino con su candidato a senador. El pueblo como que aplaude más fuerte. Gente buena y sana . Además, aquí en Magdalena las muchachas son muy chulas. Fíjate bien...”

Sonrió Salinas. En vísperas de cumplir 40 años recorría el país tras votos, voluntades, adhesiones, apoyos. Conocía la República Mexicana. Con sus hermanos, de la mano y sabiduría de su madre la recorrió. Memorizó nombres de árboles. Saboreó los más diversos o exóticos platillos.

Coordinado­r general —responsabl­e pleno— de la campaña presidenci­al de Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari dotó de vida fresca, moderna al IEPES. Cernidos de la realidad nacional. Hizo amistad con reporteros. Los llevaba ante el candidato:

“Patrón —le decía a De la Madrid— ¿ya leyó la crónica que publica hoy Reyes Razo en El Universal? No se la pierda patrón. Aquí le dejo la síntesis.

“Fíjese patrón que Héctor Aguilar Camín —que es subdirecto­r del unomasuno— quiere escribir la crónica de esta campaña. ¿Conoce a Héctor? Es de Quintana Roo. Hace años fundó la revista Nexos. Estudió Ciencias y Técnicas de la Comunicaci­ón en la “Ibero”. Es doctor en historia por El Colegio de México. Es autor de un libro. La Revolución Nómada. No se lo pierda patrón.”

Y así con Pablo Hiriart, con Juan Pablo Guerrero y Guillermo Ortega de Televisa. Con Norma Meraz y Abraham Zabludovsk­y. A su hora los impulsó a la creación de programas sobre temas económicos. A su lado Francisco y Carlos Rojas imaginaban y realizaban. Talento y acción.

Red que tejió para el “patrón” Miguel de la Madrid. Que creció con Emilio Gamboa y Manuel Alonso. Trabajo que redondeó. De la Madrid lo designó secretario de Programaci­ón y Presupuest­o. De ahí a la aspiración. A la ambición personal. En compañía de Luis Donaldo Colosio. El alma y corazón de su campaña.

 ?? ??
 ?? ?? Luis Donaldo Colosio en un evento con la militancia del PRI
Luis Donaldo Colosio en un evento con la militancia del PRI

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico