Carlos Rojas, in memoriam
Francisco Rojas Gutiérrez era en 1981 un joven sencillo de trato amable que poseía espesa, oscura cabellera. Sugería dificultades para peinarla cada mañana. Reía con franqueza y no perdía de vista los ires y venires de Carlos Salinas de Gortari.
“Almas Gemelas. Con una mirada se entienden”, advertían reporteros en la campaña de don Miguel De la Madrid. Salinas y Rojas eran cruzados de la Renovación Moral de la Sociedad. Era la campaña y ya indagaban fortunas súbitas. Fondos desviados. Un día la plática:
“Tú, ¿qué eres, Francisco?” “Contador Público”. “¿Contador Público? Todos te tenemos por licenciado”.
“Eso quería yo ser: abogado. Abrigo la convicción de que el estudio de sus leyes dan la medida del país al que ordenen” -reflexionó.
“¿Y luego?”
“La necesidad, mano. Las urgencias de la familia. Años en la Facultad de Derecho. La Contabilidad es muy socorrida. Un vecino, el peluquero, el tendero de la esquina, todos tienen que pagar sus “contribuciones”. Y luego, luego te llaman. “Echame la mano, te doy una iguala”, te piden. Eso me ocurrió.
“Además ser Contador Público fue la profesión de mi mamá. Dejó su saber y su esfuerzo en una famosa farmacia la “Briseño” en la Calzada de Guadalupe. Casi frente a la Basílica. Muchedumbres abarrotaban a toda hora ese negocio Mi madre me puso el ejemplo.
“Viviamos en la calle Tenayo. En la Colonia Industrial. En la calle estaba el Doctor Frade Pagaza. Tenía un laboratorio de análisis clínicos. Quedaba detrás del Parque 18 de Marzo.”
Tiempo después, con la fama de conocer los pensamientos profundos del Presidente De la Madrid, Francisco Rojas Gutiérrez me presentó: “Carlos, mi hermano. Es Ingeniero. “Sé de usted -le dije. Por el psicólogo social Rafael Rodriguez Mayorga. Se conocieron en Huayacocotla, Veracruz. Usted era Director del Centro Regional del Instituto Nacional Indigenista y Rodríguez Mayorga en el área forestal de la Secretaría de Agricultura. Juntos propiciaban saber de los lugareños. Educación para explotar el “crecimiento” de sus bosques; su cuidado. Orientación y apoyo a una zona de extrema pobreza. Educación para el aprovechamiento adecuado de sus recursos. Capacitación técnica a grupos ejidales.
“Había que mejorar la producción de frijoleros y maiceros. No tan solo los de Huayaycocotla. Los campesinos que los producen se pintan asi. Somos maiceros. Somos frijoleros. Los de Jalisco, Zacatecas, Tlaxcala
Huayacocotla es frío y con neblina. Y necesidad de bañarse en el río, en el arroyo. Goce de años frescos. También tlacoyo de arvejón.una especie de chicharo. En días de fiesta, un tamal gigante: zacahuil. Frío y neblina. Como a cuatro horas de coche desde la Ciudad de México por la ruta de Tenancingo. Rutas de terracería. Nada de oficina o gabinete. A Carlos Rojas Gutiérrez le gustaba oír, sentir, entender a la gente.
“Inge”, llamaba la gente a Carlos Rojas. Tres años ahí, en Huayacocotla. Desde su cargo el apoyo. Todo para la “Unidad de Producción Forestal y Agropecuaria Adalberto Tejeda” Hasta que se levantó el aserradero. Y el invitado de honor fue Don Francisco Rojas Gutiérrez.
El ingeniero Carlos Rojas me llamó: “El Presidente Salinas de Gortari me encargó la realización de un programa llamado “Paisano”. Campaña de protección, bienvenida, apoyo a los migrantes mexicanos que cada año vienen a pasar la Navidad y el Año Nuevo con su familia. Que no los “muerdan” , que no los roben. “Paisano” va a ser un trancazo. Quiero que tú, Reyes Razo aceptes presentarlo junto con la periodista Verónica Rascón. ¿Aceptas?
Raíces profundas de los Rojas Gutiérrez en el Estado de México. En alguna gira el Contador Francisco Rojas me invitó a visitar brevemente a su padre. Encuentro feliz. Tiempos rosados: Tanto que:
“Paco Rojas va a ser el gobernador del Edomex”.
Y sí. Ya casi. Pero no.
“Mario Ramón Beteta va a renunciar a Petróleos Mexicanos. Francisco Rojas será el Director General. Él conoce muy bien como anda Pemex. Asesoró a Miguel de la Madrid a la hora de encarcelar a Jorge Díaz Serrano. Y el Presidente le tiene toda la confianza. Rojas es muy joven. Hay tiempo. Otra vez será...”
Días después de la muerte de Luis Donaldo Colosio a fines de marzo de 1994 el Partido Revolucionario Institucional producía las versiones más disparatadas e increíbles.
“Que Fernando Ortiz Arana, líder del PRI alza la mano. Quiere.”
“Que ya tiene el apoyo del Senado... “Llueven los “faxes” y los “telex” que lo apoyan.”
“Creo que los gringos no lo quieren” - afirmó León García Soler.
“¿A quién va a postular el PRI? ¿Quien sustituirá a Colosio?”
De la casona de Don Miguel de la Madrid surgió su voz:
“Ideal para ese rango el Contador Carlos Rojas... Tiene todo. Y es muy cuate del Presidente Salinas...” Días inolvidables.
Carlos Rojas Gutiérrez también.
“Inge”, llamaba la gente a Carlos Rojas. Tres años ahí, en Huayacocotla. Desde su cargo el apoyo. Todo para la “Unidad de Producción Forestal y Agropecuaria Adalberto Tejeda” Hasta que se levantó el aserradero. Y el invitado de honor fue Don Francisco Rojas Gutiérrez.