¡ Hay una torera!
DE MARCO GARFIAS Y VISTAHERMOSA QUE MOSTRARON BRAVURA
na velada agradable finiquitó el viernes en La Plaza México con la actuación de Hilda Tenorio, Paola San Román y Rocío Morelli. Las dos últimas confirmaron su alternativa con Azafrán, de Vistahermosa, número 153, con 497 kilos, y Respeto, de Marco Garfias, número 23, con 473 kilos.
Fue Paola quien encendió la hoguera al fraguar una de sus tardes más importantes y mostrarse como auténtica revelación tras una gran labor en su segundo astado, en la cual, la queretana demostró sobrado corazón y una entrega sin igual, firmada por tandas de hechuras de gran calidad y empaque.
USE MOSTRÓ
Paola se despatarró muy toreramente ante su primer astado, para enredarse por verónicas de buen empaque y chicuelinas por igual; chicuelinas andantes para arrimar al toro de Vistahermosa al castigo de varas y vaya tumbo que le dio al picador.
Tras la ceremonia de confirmación, la queretana se plantó como árbol para recetar los primeros pases por alto para tantear al socio. Le acortó distancia el astado y Paola tuvo sus precauciones, pero el toro rectificó e imprimió recorrido, dando tela para que la torera dejara detalles plausibles, aunque sin ajustarse. Marró con el acero y escuchó dos avisos.
Segundo toro para Paola, de Marco Garfias, Defensor, que empujó de firme en el castigo. La queretana se descaró en su labor de muleta, echándole corazón, raza, empuje y toreando muy de verdad con la mano diestra, quebrando la cintura y alargando el trazo. Se fue embebiendo en su propia labor la torera y no bajó el tono, una y otra vez atacaba al oponente para continuar deleitándose y gustándose muy despatarrada, templando y ligando por momentos, mismos que hicieron explotar el graderío con gritos de torera, torera. Trincherillas de adorno antes de perfilarse con el acero, lástima que pinchó a este extraordinario ejemplar que le regaló a la torera calidad, nobleza y recorrido. No obstante, el público le rindió pleitesía y pidió los trofeos. Arrastre lento y vuelta para Paola, que compartió con el ganadero.
LA CRUZ
Hilda se fue inédita en lances de recibo en su primero toro, para de inmediato colocar al toro al piquero y vaya fuerza y bravura con la que acometió el de Marco Garfias, llevándose al caballo hasta los medios del ruedo, por lo que el picador fue amonestado con dos avisos.
El toro no salió a jugar y mostró raza y temperamento, pese a que Tenorio se dobló toreramente para ablandar un poco la embestida, la fiereza del toro se fue para arriba y la torera decidió abreviar. Mal con la espada, dos avisos y abucheos.
Mezquite, de Vistahermosa, su segundo, acusó debilidad desde el principio, no obstante, se fue reponiendo y terminó a más en su calidad y recorrido. Y en ese sentido Hilda también, ya que su labor fue tomando más estructura, más confianza, entrega y valor, mostrando esa Hilda de antes, tan ajustada y tan decidida. Estuvo muy bien en dos tandas por derecha y detalles de gran calidad. Y el público la trató de maravilla, historia que cambió al escuchar tres avisos.
DETALLES
Rocío se fue decidida a los medios para recetar una larga cambiada que por poco le desprende el arete del lóbulo; Tolerante, de Marcos Garfias, también llegó con fuerza al caballo y tumbó jaca y jinete. Con la muleta se dio a torear tímidamente, escindiendo el brazo y guardándose en el toreo largo con la diestra. Cambio al natural y mejoró el trazo, cosa que vio el público y le jaleó. Quiso repetir la dosis, pero el astado le hizo un extraño y ya no quiso saber más. Afortunadamente los tres cuartos de acero que dejó fueron suficientes. Oreja a petición.
Cerró Romero, ejemplar de de Vistahermosa, el cual empujó en el tercio de varas estrellando al caballo en tablas y mandando al picador hasta el callejón, impresionante. La faena de muleta no trascendió, la idea de Roció se quedó en la buena intención y su toro pidió una muleta más experimentada. Pésima matando y ovación al toro.