Expresidente protegió al cártel de Sinaloa
Juan Orlando Hernández fue acusado por la Fiscalía de EU de poner al servicio del narco a la Policía, Ejército y al sistema de Justicia de Honduras
NUEVA YORK. El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández se sirvió de la Policía, el Ejército y la Justicia de su país “para proteger a los narcotraficantes”, incluidos miembros del cártel de Sinaloa, para “amasar mucho dinero”, aseguró la Fiscalía en el juicio contra el exmandatario en Nueva York por delitos de narcotráfico.
Esta fue la línea principal que expuso David Robles, el representante de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, en la presentación de argumentos orales ante el juez Kevin Castel, mientras Hernández, que gobernó en Honduras entre 2010 y 2014, escuchaba pacientemente.
“Ese hombre -dijo Robles señalando al expresidente hondureño, quien estaba flanqueado por sus abogados- envió toneladas y toneladas de cocaína a Estados Unidos (...). Usó el poder de su país, a los militares y al sistema de Justicia para proteger a los narcotraficantes, y obtuvo a cambio mucho dinero”, enfatizó.
Detalló que Hernández se asoció “con organizaciones poderosas como el cártel de Sinaloa” (fundado por el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán), y con su ayuda “se convirtió en un hombre poderoso que abusó de ese poder para enviar droga a EU sin miedo ni consecuencias”.
En en su declaración de apertura, el fiscal agregó que el expresidente trabajó “mano a mano” con narcotraficantes que alimentaron su ascenso al poder con millones de dólares en sobornos.
Hernández fue cercano a Washington durante su gestión, de 2014 a 2022. Honduras recibió más de 50 millones de dólares en asistencia antinarcóticos de Estados Unidos y decenas de millones más en ayuda militar y de seguridad durante su presidencia, y obtuvo el apoyo del exmandatario Donald Trump para tomar medidas enérgicas contra la migración.
Tres meses después de dejar el cargo, fiscales federales en Manhattan lo acusaron de aceptar millones de dólares en sobornos de traficantes de cocaína a cambio de usar su posición para protegerlos.
El fiscal general Merrick Garland dijo que abusó de su poder para conducir el país como un “narcoestado”.
DINERO DE EL CHAPO
El primer testigo del juicio fue el exalcalde de El Paraíso, Copán, Alexander "Chande" Ardón, condenado en EU por narcotráfico, y aseguró que en una reunión privada "en 2009" se reunió con el entonces diputado del Partido Nacional de Honduras, y le dio "un millón de dólares" para ayudarle política y financieramente.
A cambio "me ayudó para que la fiscalía no me investigara", dijo.
Joaquín "El Chapo" Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa, condenado también a cadena perpetua en EU, "pagó ese soborno", aseguró el testigo que se vanaglorió de que "las autoridades hondureñas nunca le incautaron droga", pese a que logró introducir unas 250 toneladas en EU.
Según el fiscal, la droga era adquirida en Colombia, transitaba por Honduras y México y terminaba en EU, donde en alguna ocasión el entonces presidente llegó a decir que iban “a meter la droga por las narices de los gringos”.
Y prometió que presentaría numerosas pruebas que demostrarían todas esas afirmaciones, incluidas fotografías con notorios narcotraficantes hondureños.
Por parte de la defensa, intervino el abogado Renato Stabile, quien insistió en que la Fiscalía no dispone “ni de vídeos, ni de grabaciones, ni de correos o mensajes de texto” que prueben sus afirmaciones, y descalificó el valor de las fotografías de Hernández con narcotraficantes con el argumento de que era un presidente popular y todo el mundo se fotografiaba con él.
Stabile dijo que, contra lo que sostiene la Fiscalía, su cliente hizo que el narcotráfico se redujera 18 por ciento en el país, y que colaboró con numerosos departamentos de EU -la agencia antidrogas DEA, el Departamento de Justicia, las autoridades de Interior- en su labor antidrogas.
FISCAL DE NY “Durante años, trabajó mano a mano con algunos de los mayores y más violentos narcotraficantes de Honduras para enviar toneladas de cocaína a EU"