Narra su vida como hijo de P. Escobar
Juan Esteban Marroquín Santos visitó Durango para hablar de un camino que no hay que recorrer
Tras recorrer 29 estados de México, esta es la primera vez que Juan Esteban Marroquín Santos visita Durango, lo hace a través de su conferencia magistral “Escobar, una historia para no repetir”, a través de la cual cuenta lo que le tocó vivir siendo apenas un adolescente en medio del crimen que acechaba a una Colombia en manos del crimen organizado, y donde su padre era uno de los más buscados.
“Voy a llevar un mensaje inequívoco, contundente, de que esta es una historia para no repetir, no he venido a glorificar la actividad criminal de mi padre, justamente lo contrario, invitar a la toma de conciencia, a mostrarle a los jóvenes que mi padre nos mostró el camino que no hay que recorrer”, comentó.
Quien originalmente llevaba el nombre de Juan Pablo Escobar, tuvo que adoptar el nombre de Juan Pablo Marroquín Santos, para salvar su vida, según contó a los más de tres mil jóvenes reunidos en las instalaciones del Auditorio del Pueblo, quienes escucharon cómo la actividad criminal del que fuera uno de los más buscados entre la década de los 70s y 80s.
De ahí que “es a través del estudio, de la dedicación, el esfuerzo y del trabajo honesto que realmente se tiene el éxito en la vida”, comentó en entrevista previa, donde entre otras cosas habló sobre el falso mensaje que se da a través de la narco cultura incluida y motivada por las series de televisión, la música y las redes sociales, donde crean un aparente estado de mucho poder, dinero y diversión.
Sin embargo contó que nadie les dice lo que hay detrás de eso, la pérdida de seres queridos, de la salud y de la libertad; pues aunque pueden ser las personas más ricas del mundo, en ese contexto el dinero pierde su valor.
Fue a través de una anécdota que ejemplifica lo difícil que es estar involucrado en el ambiente de la criminalidad, pues dijo “ro estaba encerrado con mi padre en una habitación en un lugar equis en la ciudad de Medellín, muriéndome de hambre, pero lleno de millones de dólares, si los jóvenes pudiesen haber visto esa escena donde el hombre más poderoso del mundo, muriéndose de hambre como lo vi yo, ese es un mensaje poderoso”.
Señaló que ese tipo de escenas no son plasmadas en una serie, de ahí que solo malinforman a los jóvenes y esto es una responsabilidad de quienes glorifican la actividad a propósito para generar una mayor audiencia, “eso es lo que está mal”, dijo.
Respecto a las condiciones de inseguridad y violencia que comparten países como México y Colombia, aseguró que su país aparenta un cambio y existe una precepción de que ya no existe este escenario, sin embargo esto no es del todo real, “yo creo que sigue muriendo mucha gente, pero ya no estamos viendo los cuerpos y eso es lo más delicado”, comentó.
Habló sobre una vida de prohibiciones en Latinoamérica, “México y Colombia ya pusimos un millón de muertos, no por adicciones, ni por abuso de sustancias, sino por la pelea y la disputa de los territorios por el control del tráfico de estupefacientes”, por lo que ahora es necesario aprender a convivir con esta situación, cambiar el enfoque y lejos de abordarlo desde lo militar, verlo a través de la salud pública.
Explicó que a través del refuerzo en valores y educación se puede lograr darle la vuelta al panorama desalentador actual